Historias de Mamá Stiles

II: galletitas y brujas

Fecha de publicación: 27/04

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Stiles sonreía mientras le daba de comer a Liam, el niño era tremendamente adorable, comía en silencio y sin hacerle asco al pure de manzana. En cambio, los demás niños, si tenían problemas para desayunar en paz, Jackson lloriqueaba porque Derek no le daba el último cupcake de chocolate y Theo e Isaac lloraban porque no querían cupcakes, querían waffles.

— Stiles, diles algo — pidió Scott

— Haz waffles y listo — dice sin mirarlo — Mira Liam, ahí va el tren, chu chuu.

— Sti acioso — ríe el pequeño

— Tanto chocolate te hará mal Jackson, entiende — intentaba razonar Derek

— Soy un lobo, no puedo enfermarme — Stiles se ríe ante eso

— Me parece que el pequeño Jackson tiene un buen punto DerDer — se burla

— ¿Por qué tú tienes al bebé y nosotros a los otros tres niños? — inquiere Scott

— Porque Liam solo se deja alimentar por mi y ustedes no sirven para cuidar niños mucho menos servirán para cuidar a un bebé — contesta — Ya, no sean idiotas, denle a los niños lo que piden.

Ambos hombres lobos sueltan un suspiro y se levantan a hacerle a los niños lo que pidieron, Stiles les guiña un ojo a Jackson y Theo mientras que a Isaac le revuelve el pelo. Él se había jurado hacerlos felices mientras estén así y, aunque tenga que quedarse sin dinero, lo haría.

— Scotty, hablaste con Deaton? — pregunta

— Si Stiles, dice que vayamos apenas los niños estén alimentados — contesta — Dice que, al ser hombres lobos, necesitan comer mucho y no se que más porque Derek estaba peleando con Jackson y tuve que colgarle — agrega.

— Con que molestando a Jackson — dice — Jackie, me cuentas lo qué te dijo el grandulon?

Derek tiembla ante la mirada divertida del infante, sabia que le contaría todo a Stiles y, lo más seguro, era que este se enojara y reprendiera. No le daba miedo el humano en sí, lo que le daba miedo era que tenía acceso al acónito y a todo lo que tenía que ver con hombres lobos y dolor.

Theo y Isaac miraron con miedo a Derek cuando Jackson terminó de contar las amenazas que le dio.

— Nos arrancará la garganta — murmura Isaac

— Con sus dientes — lo sigue Theo

— Él no nos hará nada, Stiles nos defenderá — asegura Jackson con orgullo — Derek le tiene miedo así que no se atrevería a tocarnos.

Stiles sonríe a los niños y luego le hace una seña al mayor de todos: después hablaremos. Derek casi se ahoga con su propia saliva ante eso, si, estaba en problemas.

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Cuando los niños terminaron su desayuno y Stiles se dio un relajante baño de casi media hora, pudieron salir hacia la veterinaria para que Deaton les de una solución.