Historias de Mamá Stiles

XVIII: Jackson, Isaac y recuerdos.

Importante: leve mención al tema de las lesiones y problemas con el papá de Isaac, no esta demás decir como son esos problemas.

Fecha de publicación: 02/06

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Isaac observaba atentamente la puerta principal de su casa, mordía sus uñas con desesperación y no podía evitar mover sus piernas de un lado a otro, estaba completamente nervioso.

Por la mañana había tenido un pequeño percance, nuevamente, con el hijo de los señores Whittemore, sus vecino, y la directora llamó a su papá para hablar. El pequeño recordaba con horror la última vez que molestó a Jackson, su padre se había enojado tanto que lo dejó encerrado por dos horas completas en el refrigerador del sótano, seguía teniendo pesadillas con ese día. Pero, al igual que esa vez, la culpa le tenía el rubio mimado de su vecino, si no lo hubiera molestado entonces no lo hubiera empujado.

Isaac realmente odiaba a Jackson Whittemore, por su culpa lo habían encerrado por primera vez y ahora temía que su padre lo volviera hacer. Podía aguanta un golpe o dos, hasta diez, pero no aguantaría pasar horas en el ese infierno helado.

Su martirio terminó, o empeoró, cuando la puerta de la casa se abrió, dejando ver a su padre con el ceño fruncido y una mirada que intimidaria a cualquier niño de 10 años.

— Papá, yo... — es interrumpido por los firmes pasos del mayor, haciendo que retroceda hasta chocar con la blanca pared.

— ¿Tú qué, Isaac? — la voz de aquel hombre que, desgraciadamente, era su padre sonaba tan calmada, generando más miedo en el niño.

— Yo lamento haber empujado a Jackson y hacer que este se rompa la nariz, no fue mi intención, él me molestó y yo... — el señor Lahey le da una bofetada, haciendo que Isaac lleve sus manitos a la mejilla, donde la palma del hombre estaba marcada.

— ¡Mientes! — exclama — Jackson dijo que tu te acercaste a molestarlo primero — Isaac pone una expresión sorprendida ante eso, pero la cambia rápidamente al darse cuenta que era bastante obvio que Whittemore iba a mentir, ese niño estúpido siempre se salía con la suya.

— ¡Pero es mentira, Jackson miente! — aún sabiendo que no lo lograría, Isaac intenta convencer a su padre. — ¡Juro que te digo la verdad papá, créeme! — pide al borde del llanto.

— Un niño con la educación de Jackson Whittemore no va a mentir, no intentes fingir que no lo hiciste — la sonrisa que se forma en su rostro hace temblar al pequeño, intenta correr antes de que algo pasase, pero su padre es más rápido y lo toma fuertemente del brazo. — Me parece que no aprendiste la lección el año pasado, espero que ahora sí la aprendas.

El señor Lahey comienza a caminar hasta el sótano, arrastrando a Isaac con él, el pequeño de rulos intentaba soltarse del agarre de su padre, pero no podía, lloraba, pataleaba e incluso rezaba en su mente para que este lo soltara, cosa que no pasó.