Historias de Mamá Stiles

XVI: mamá Stiles.

Fecha de publicación: 20/05

Si les incomoda que los niños le digan mamá a Stiles avisenme así lo cambio por otro apodo.

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La mañana era fría, el cielo estaba nublado y las gotas de lluvia caían de manera tranquila. Stiles observaba todo desde el porche de la cabaña, una taza de café caliente en sus manos y un libro sobre sus piernas.

Stiles Stilinski siempre se consideró un humano para nada especial, pero cuando la manada llegó a su vida empezó a tener el pensamiento de que si, era especial. Estar al pendiente de unos adolescentes y de dos adultos que desayunaban el peligro era algo que le gustaba hacer, no se quejaba por eso, lo hacía con demasiado gusto y ahora que tenía que estar a cargo de cuatro revoltosos niños se sentía más increíble que nunca, los pequeños lo amaban y creían que él era genial, eso era algo que atesoraba, no cualquier niño dice que un adolescente es genial.

— ¿Vas a terminar ese café o puedo llevarme la taza? — pregunta Derek. Stiles le extiende la taza sin voltear a verlo, su vista puesta en el lago al frente suyo. — Hace demasiado frío aquí afuera, mejor ven adentro que está la calefacción prendida — dice.

— Estoy bien aquí, tengo una manta — levanta un poco la tela para que Derek pueda verla. — ¿Los niños aún duermen? — consulta.

— Si, son unos pequeños dormilones — sonríe. — Me recuerdan a cierto castaño en época de vacaciones. — Stiles, por primera vez en el día, voltea a ver al hombre lobo.

— ¿Te refieres a mi? — finge una mueca de confusión.

— ¿Conoces a otro castaño dormilón? — Derek lo ve fijamente a los ojos, haciendo que Stiles se sonroje.

El alfa se arrodilla para quedar con los brazos apoyados en sus pierna, aparta la taza de café y observa el libro que el adolescente leía. Suelta un suspiro cuando lee "una chispa puede tener momentos de magia accidentales cuando..."

Stiles lo mira apenado, sabía que estaba mal al leer esas cosas, pero cuando se despertó no pudo evitar pensar en que tal vez Deaton tenía razón y él fue el culpable de la condición de los chicos, lo que no entendía era cómo o porqué pudo haberlo hecho sin darse cuenta. Él juraba controlar su chispa, aunque temía que algo fallara con ella.

— Lo siento, yo... — Derek lo interrumpe.

— Tu te estás dejando comer el cerebro, ya te dije que no creo que hayas sido el culpable, Stiles, nadie lo cree — el adolescente le dedica una de sus miradas de 'mientes y lo se' — Bien, hay algunos que si lo creen, pero quiénes son ellos para juzgar? los dos sabemos perfectamente que nadie en esta manada es perfecta, ni yo que soy el alfa lo soy, todos hemos cometido errores, nadie te va a crucificar si fuiste tu — le dedica una sonrisa.

— Pero los chicos sí, Jackson será el primero en enojarse, él me había dicho que tenía un evento importante con sus padres este sábado y míralo Derek, ¡es un niño de nuevo! — sus ojos comienzan a humedecer, el alfa estaba por hablar cuando Stiles hace una seña para que calle y lo deje seguir. — ¿Qué hay de Liam? borre la memoria de sus padres, ellos se fueron de Beacon dejándome a cargo de su hijo con la esperanza de que este algún día los busque, ¿crees que Liam me perdonará eso? ni yo mismo lo hago — niega lentamente, se sentía demasiado arrepentido de lo que hizo. — ¿E Isaac con su sueño de irse a Francia con Chris? ¿o Theo con querer tener su primer baile escolar? les arruine sus deseos, por Dios, soy un verdadero estúpido — Stiles se quiebra en ese momento.

Derek se levanta para poder sentarse y atraer a Stiles a su regazo, esta era una de las pocas veces que lo veía así de mal, la última vez que lo había visto así fue cuando los cazadores casi los matan. Se sentía tan impotente al no poder hacer mucho, no servía para consolar, Cora se lo había dejado en claro millones de veces. Pero lo intentaría, lo que sea por el adolescente que tanto quería.