■Capitulo N°3■

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Narración omnisciente

El despertar fue igual de amargo para los dos individuos que se encontraban en el mismo apartamento, por una parte el hijo mayor de los Mendoza se encontraba con una resaca horrible, cosa que es bastante obvia dando a contar lo mucho que bebió la noche anterior, y en cuanto a Mario este se encontraba con un bajón emocional que aún no dejaba sus pensamientos tranquilos.

Para liberar un poco sus pensamientos de aquel tormento el castaño se decidió por arreglarse para ir a ecomoda, talvez ya no era el vicepresidente pero aún así seguía siendo accionista y ademas el cargo de consciencia por haber ayudado a destruir la empresa le obligaba a ir a esta para aunque sea ayudar un poco a reconstruirla.

Una vez dispuesto a irse salió de su habitación encontrándose con un pelinegro totalmente desarreglado el cual se encontraba tomando un vaso con agua.

—¿Armando usted que está haciendo? –pregunto el castaño con una leve molestia por la despreocupación del ex presidente–.

—Tomando agua ¿qué no ve? –respondió con indiferencia–.

Ay no me refiero a eso, ¿porque todavía esta así? Se supone que tenemos que ir a ecomoda –le regaño el mayor para luego volver a ver al pelinegro el cual le miraba con molestia– ¿U-Usted no pensara ir así a ecomoda verdad?–.

—¿Y que tiene de malo? Ademas, no traje ropa para cambiarme –levanto sus hombros en señal de rendición–.

—¿Que que tiene de malo? Siquiera sé acuerda que hoy tenemos junta con los accionistas y los abogados? Además, si su papá lo ve así con lo furico que está lo mata –no recibió respuesta por parte del pelinegro, solo un bufido de molestia y cansancio– ¿Sabe que? Vaya a mi habitación y busque en el clóset un traje decente y se lo pone, que no se le note el despecho por la fea mi ex presidente–.

—¡Ya voy, Ya voy! –mencionó con molestia Armando– usted si es canson no Calderón?–.

Una pequeña sonrisa se formó en la cara del castaño, no era una mal intencionada si no que era una dulce, le gustaba preocuparse por el bienestar del contrario y evitarle problemas, por algo se sintió tan culpable por lo de la junta, y por algo su enojo con la ex asistente de presidencia.

ella nunca hubiera logrado hacerlo feliz...–pensó para si mismo refiriendo a aquella mujer la cual en estos momentos se ganaba su despreció–.

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Una vez llegaron a ecomoda pasaron de manera inmediata a la sala de juntas pues de por si ya habían llegado tarde, aunque claro, no sin antes escuchar las quejas de la ex prometida del pelinegro y escucharl murmurar a las secretarias cosas óque no alcanzaron a divisar ya que iban con afán.

Cuando entraron a la sala se encontraron con la mirada de todos los miembros en esta, aunque la que claramente destacaba era la de Daniel Valencia el cual miraba con una arrogante y burlona mueca de felicidad al pelinegro, cosa que hizo sentir algo incomodo al castaño haciendo que dirigiera a Armando junto a él hacia unos asientos cerca de Roberto, se sentaron juntos como hace mucho tiempo no lo hacían, ya que realmente ninguno de los dos se sentían cómodos sentándose solos junto a otras personas de la junta directiva, no es que fuera muy cómodo sentir la mirada acusadora de los demas accionistas sobre sus cuerpos.

▪︎It is painful▪︎ Armando×MarioUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum