■Capítulo N°5■

1.7K 148 108
                                    

Narración omnisciente

Ya era un nuevo día para ecomoda, un nuevo día para Armando el cual aún no había borrado esa cara de mártir desde su conversa con Marcela, apenas llego al segundo piso de la empresa saludo a Sandra y a Mariana, realmente este saludo era solo una excusa para preguntar por Betty ya que realmente no es que tuviera ganas de tener interacción alguna con nadie.

Al recibir una respuesta negativa por aquellas secretarias el pelinegro se resignó a solo suspirar y retirarse hacia su ex oficina cuando un pensamiento se le vino a la cabeza y decidió preguntar por su amigo, quería saber si ya había llegado.

—¿Calderon ya llegó? –pregunto mirando a la más alta de las secretarias–.

S-si Doctor, esta en su oficina –respondió con nerviosismo la susodicha–.

Digale que lo espero en Presidencia –volvió a tomar su rumbo ya anterior nombrado–.

Las secretarias lo miraron con lástima, ya hace unos días que aquel hombre las saludada desganado y sin vida, las secretarias le tenían bastante aprecio al pelinegro por lo que les preocupaba bastante el estar de este.

——————

—¿Mi señor ex presidente me mando a llamar? Mire que estoy algo ocupado –le hablo con broma al pelinegro–.

Si, lo mande a llamar, Calderón. Vea la reunión de hoy va a ser muy, muy difícil. Betty no va a venir, en cambio va a enviar a Nicolás Mora, El la va a representar. —Afirmo con notable preocupación el pelinegro–.

La cara de Mario reflejaba sorpresa, no sabía que esa mujer tendría el descaro de hacerle un desplante a la junta, al mismo tiempo el castaño volvió a hacer una cara de sorpresa, solo que esta vez era irónica.

¡Ah, que bien! Cambio de gremlin. Solo que esta vez en versión masculina. –río irónico, realmente le parecía ridículo el jueguito tonto a las escondidas que hacía aquella mujer–¿Usted ya hablo con Betty?

No –le respondío en seco–.

—¿al menos sabe donde está? –volvió a recibir una respuesta negativa– Ah, magnífico. Entonces, todo bajo control, todo sobre ruedas, ¿no me diga que eso no es raro, ah?–.

El castaño miró a Armando y se dio cuenta de que lo estaba atormentando, cosa que ya no encontraba gusto en hacer, puesto a que si hacía sentir mal al pelinegro en consecuencia el también se sentiría mal, así que decidió meter su tan amargo humor como para "alivianar las cosas".

Señor presidente una cosita, A usted se le está notando mucho el desempleo. –Mario se acercó a él y se sentó a su lado en el sofa– ¿Por qué no se pone una corbatita al menos? Digo, para que se le vea más guapo, aunque así ya te ves bastante bien –el pelinegro le miro con confusión ante las palabras del susodicho cosa que hizo que este se espantara un poco y se excusara– D-digo, para que no se le note tanto el despecho. –mencionó con un toque de nerviosismo la verdad es que hoy no estaba con tanta valentía como para hacer ese tipo de chiste "homosexuales" que solía hacer, no después de el "beso"–.

▪︎It is painful▪︎ Armando×MarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora