▪︎Capítulo N°23▪︎

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Narra Armando Mendoza

Alejandra es una mujer bella y comprensiva. Era obvio que me iba a nublar en su belleza aunque fuera de instinto, pero... creo estar seguro de lo que siento por Mario, aún que eso cambia las cosas, aún siento ese impedimento, no he dejado de sentir aquel miedo a estar con el en publico y eso complica las cosa.

Me dejé caer cansado en la cama de mi apartamento, hace ya mucho tiempo que no venía, al menos no solo, y se siente... extremadamente solitario, el sentimiento de que hay algo mal no me deja tranquilo y me agobia. Se que debo disculparme con Mario, se que cometí un error al prácticamente terminarle por una estupida seducción. Estoy tan acostumbrado a estar en relaciones y aún así estar con otras personas que es extraño que le haya avisado. Supongo que le estoy siendo más fiel de lo que el creé.

Me pregunto cómo se encontrará ahora, bien o mal, si necesita algo o quiere algo. Lamentablemente no me dan las agallas para hablarle por teléfono ni mucho menos para aparecerme en su apartamento, se que soy un cobarde, pero hasta yo se que en estos momentos lo que más debe querer es estar solo.

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Narración omnisciente

Otro nuevo día en Ecomoda y para sorpresa de muchos Armando llegó solo a la empresa sin la compañía de su "mejor amigo" pues ambos ya tenían la costumbre de llegar juntos. Pasaron las horas y aún el castaño no aparecía por las instalaciones, incluso un amigo de descendencia Francensa de Beatriz estaba en las instalaciones, obvio la belleza del sujeto hacia que todas las secretarias se alborotaran inmensamente.

Cuando por fin el ex vicepresidente llegó a la empresa su semblante apagado llamo incluso más la atención del personal que aquel bello Francés, pues el castaño nisiquiera saludo a absolutamente nadie, solo paso por los pasillos con un aura sombría y deprimente. El francés le saludó cordialmente de todos modos, cosa que Mario le devolvió de mala gana, claro, obvio que el castaño pensaba que era un extranjero con buena apariencia, pero no pasaba de ahí, Mario no se consideraba "gay", pues ningun hombre le atraía, a el solo le atraía Armando.

Mario caminaba por la empresa como si estuviera perdido, realmente no quería ir a su oficina por lo que divagaba tristemente por los pasillos manteniendo su mirada perdida en el abismo. Su actuar era totalmente comprensible, pues a pesar de que Armando no terminó su relación como tal, el simple hecho de que alguien lo haya hecho dudar tan fácilmente le aumentaba su inseguridad, nuevamente volvía a sentirse insuficiente y eso para alguien que siempre fue el centro de la atención no era nada fácil. Además, una de las grandes razones por las que no quería ingresar a aquella oficina era por el temor de que el azabache le dijera que lo abandonaba por la Venezolana, estaba seguro que no podría aguantar algo así sin morirse instantáneamente en aquel cuarto. Pero aún así la duda de saber que es lo que tenía que decirle el pelinegro le carcomia los pensamientos, se sentía malditamente mal.

▪︎It is painful▪︎ Armando×MarioWhere stories live. Discover now