Capítulo once

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A estas alturas Louis no tiene ni idea de por qué Harry decidió hacer algo como eso o si fue algo que al menos se detuvo a pensar. No sabe si su intención fue marcar únicamente a Ellio o si desde un principio quiso hacerlo también con él. No sabe nada con claridad, pero todo rastro de ansiedad o tristeza causados por los recuerdos que le atormentan se desvanecieron, casi como si nunca hubiesen existido.

Su corazón latía con fuerzas, su respiración se había ralentizado y su omega se regocijó ante la comodidad de estar envuelto por aquel aroma. Su cuerpo se relajó a tal punto que se permitió recostar su cabeza en el hombro del alfa mientras Ellio se dormía entre sus brazos.

El cuerpo del alfa irradiaba calor y al haberse mantenido quieto durante un momento, Louis llegó a creer que tal vez no se sentía cómodo. Pero en eso Harry finalmente se atrevió a rodear al omega con unos de sus brazos e inclinó un poco la cabeza para llenarse los pulmones de la perfecta combinación de su aroma con el de Lou.

Siente tanta comodidad de tener al omega pegado a su cuerpo que momentáneamente olvida que se dijo a sí mismo que mantendría distancia con él por el bien de todos. Su dedos se deslizan por el brazo de Louis y van subiedo con lentitud hasta que le toca el cuello con apenas un roce para seguir subiendo hasta llegar a su cabello. Lo tiene tan cerca que puede escuchar su respiración y lo disfruta.

Sus dedos llegan al cabello liso y castaño de Louis, por lo que deja caricias en la zona mientras simplemente apega un poco más sus cuerpos.
Por un breve instante se lo ocurrió cerrar los ojos y simplemente quedarse así con el omega casi abrazado a su cuerpo. Pero la tentación le pudo más, así que giró el rostro hacia donde estaba el del omega y descubrió que este ya estaba mirándole con sus grandes ojos azules.

Sus rostros estaban a centímetros del otro, sus respiraciones se mezclaban y el corazón de ambos estaba latiendo como loco. Harry giró un poco más hacia el del omega para poder tomar su rostro con la mano izquierda, mientras que la derecha la mantenía en su nuca.

Ni siquiera tiene un plan para lo que estaba haciendo, sólo sigue lo que su instinto le dicta y lo que siente que está bien, a pesar de que su lado racional cree lo contrario (Aunque ahora su racionalidad permanecía callada).

Dos centímetros para romper y uniría sus labios. Está ansioso, y para cuando decide hacerlo... Las voces de sus pequeños niños en el pasillo avisan que pronto llegarían a la sala.
Rápidamente se les rompe la burbuja, ambos se alejan el uno del otro todavía procesando lo que pasó o lo que pudo haber pasado.

Cuando los mellizos entran a la sala miran a ambos adultos sin sospechar de que algo esté pasando, incluso cuando pueden oler a su padre en el cuerpo de Lou, no le toman importancia. Harry mira a los mellizos con sorpresa, como si no pudiese creer que son reales y que está soñando.

Louis es el primero en reaccionar, levantándose del sofá con piernas temblorosas y con un profundamente dormido Ellio en sus brazos.

—I-iré a acostar a Ellio—avisa entre dientes y no espera a que Harry le diga algo para irse.

El alfa le mira hasta que se pierde por el pasillo y es ahí cuando reacciona por completo. Ha marcado a Louis con su aroma y casi lo besa después de eso.

Abby y Edward se acercan a su padre, ambos analizando la extraña actitud del hombre sin poder siquiera sospechar sobre lo que en verdad pasó.

—Papi ¿Tienes fiebre?—pregunta Abby tocando el rostro de su padre, pues sus mejillas están calientes y rojas.

—¿Qué? No cariño, estoy bien... Será mejor que pida algo de cenar.

Su mente es un revoltijo de muchas cosas al tener sentimientos tan contrarios en ese instante. Por un lado quería, realmente deseaba besarlo y saber si sus labios son tan dulces como su aroma. Y por otro, estaba el que decía que no era lo correcto.

i was lost until I met youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora