Capítulo dieciséis

11K 1K 740
                                    

—Esto me parece una bazofia imperdonable.

Margaret más que enojada, está tan completamente furiosa que sus ojos grises se han inyectado un poco de sangre y la vena de su cuello resalta como si fuese a estallar. Ha estado reclamando sobre lo sucedido anteriormente durante los últimos veinte minutos.

Harry sólo ha estado callado, también procesando lo que pasó. Jamás había escuchado a Ellio pronunicar esa palabra o decir algo que tengar que ver con "Mamá".

—¿Y qué demonios tienes que decir en tu defensa?—pregunta ella, sacando a Harry de su ensimismamiento.

Este la mira con algo de sorpresa y parpadea un par de veces, como si hubiese olvidado por completo que ella se encontraba ahí con ellos.

—¿Qué se supone que diga?—habla después de un momento, tomando una posición más segura y mirando a la omega a los ojos—. Ellio necesitaba un omega, tú misma lo dijiste y terminé encontrando a alguien que superó las expectativas.

—Te dije que encontraras un omega, no que reemplazaras a su madre—espeta ella con un tono venenoso.

Harry suspira, se aprieta el puente de la nariz con los dedos y regresa su mirada a ella.

—¿Por qué estás tan empañada en llevarte mal con Louis? Es lo mejor que le ha pasado a mis hijos en muchísimo tiempo y sinceramente ya no tengo ganas de discutir el tema—se levanta del sofá—. No seguiré insistiendo en que Lou no está reemplazando a su madre porque igual creerás lo que quieras, pero sí te exigiré que por favor no te metas más con él. Es un miembro más de mi familia.

Ella se queda callada y no dice ni una palabra más, pero por la manera en la que mira a Harry ya demuestra su enojo sin necesidad de hablar.

Ella se va y Harry regresa a la sala en donde Louis y los niños lo esperan. Elizabeth, la psicóloga, se ha ido en cuanto todo el problema estalló. El omega le había esperado junto a los niños estando un poco nervioso por lo que Harry estuviese hablando con Margaret. No soportaría la idea de ser despedido por eso.

—Todo está bien—anuncia el alfa en cuanto entra a la sala y sus ojos conectan con los del omega, por lo que esté se tranquiliza.

Los mellizos no dudan en correr hacia su padre pidiéndole explicaciones.

—¿Por qué la abuela se ha enojado?—pregunta Edward.

—Es un tema complicado—se limita a decirle su mientras le toma cariñosamente del rostro—. Niños, por favor vayan ansus habitaciones, tengo algo que hablar con Lou.

El aludido siente como su estómago se retuerce ante los nervios, pues aun por más que mire al rostro del alfa no hay nada que pueda leer, nada que puede decirle si está enojado o no.
Aun teniendo a Ellio entre sus brazos, lo abraza un poco más hacia sí de manera inconsciente. No cree que eso sea lo apropiado ahora, pero sentir el calor del niño y de como este también lo abraza le reconforta mucho.

Cuando los pequeños se retiran, Harry se le acerca. Para sorpresa de Louis, el alfa lo que hace es tomarlo del rostro y acariciarle suavemente una de sus mejillas.

—Lamento que Margaret se haya puesto así, he hablado seriamente con ella y ya no podrá molestarte.

—¿E-en serio?—pregunta con incredulidad—. Creí que estabas enojado...

—Lo estoy—afirma—, pero no contigo, no tengo ninguna razón para molestarme con alguien que no sea Margaret.

—Es que, sobre lo que pasó, entiendo si te incomoda o...

—Louis—Harry vuelve a interrumpirlo mientras le da una sonrisa tranquila—. Si a ti no te molesta pues a mí tampoco... ¿te molesta que Ellio te llame así?

i was lost until I met youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora