Capítulo trece

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Louis nunca ha sido parte de eventos familiares y es lógico que por eso no tenga ni la mínima idea de lo que debe de hacerse, pero aun así disfruta de la emoción de los niños mientras lo han estado preparando todo.
Hicieron el equipaje siguiendo todas las indicaciones que Harry les dio, empacando mayormente ropa abrigada y botas para lluvia.

Incluso ahora él se encuentra ligeramente emocionado por este viaje y por experimentar todo el asunto de disfrutar un momento así en familia. Él aún no olvida las palabras que Harry le ha dado, de hecho cree que no las olvidará nunca. No cuando el alfa ha sido tan dulce y amable al decirlo, tal vez siendo inconsciente de lo que eso significa para Louis pero aún así siendo especial.

Los tres pequeños se encuentran listos y arreglados para salir, los mellizos estando ansiosos y emocionados por todo lo que harán mientras que Ellio se encuentra jugando en silencio con un juguete que su psicóloga le ha dado. Es como una tableta con imágenes de animales que dice sus nombres cuando los presiona. Eso es para estimular su habla, pero por los momentos sólo balbucea un poco cada que presiona los botones (Y eso ya viene siendo un avance).

—¿Están listos?—pregunta Harry al entrar a la sala, quien había estado subiendo todas las cosas que iban a llevar a la camioneta.

Normalmente el alfa no suele vestir ropa informal, ya que suele estar siempre ataviado de trajes caros por cuestión de trabajo. Y aunque Louis ame como se le ven esos trajes, casi está a punto de suspirar al verlo con esa ropa informal, pues usa un suéter negro, pantalones también del mismo color y unas botas marrones apropiadas para una excursión al bosque. Se ve juvenil y descuidadamente guapo, como si no se esforzarse ni un poco en serlo.

—¡Sí!—exclaman ambos niños y Louis se limita a asentir con algo de pena por haber estado pensando en el físico del hombre.

La casa quedará al cuidado de Julien, el hombre beta que se encarga de limpiarla. Su viaje será por todo el fin de semana, regresando el lunes por la tarde, así que tendrán un buen tiempo de diversión comenzando desde el viernes.

Todos se suben el auto, siendo Harry el último en hacerlo por estar asegurando a Ellio en su sillita. Al estar a su lado en un espacio cerrado, Louis no hace más que sentir un cosquilleo en la boca del estómago y la sensación de que si lo mira por más de lo necesario va a sonrojarse hasta las orejas.

Se ha sentido de esa manera desde que Harry lo marcó con su olor, y ahora se le resulta más difícil porque sabe que en este viaje pasarán más tiempo juntos de lo que lo han hecho durante todos estos días.

—Papá ¿Crees que podamos ir al lago?—pregunta Edward mientras juega con el teléfono de su padre.

El hombre, quien está concentrado en el camino, mira a su hijo a través del retrovisor.

—Si no hace mucho frío podemos ir.

—Genial, me alegra que Louis vaya con nosotros a nuestro lugar especial.

—Sí, es que es nuestra familia y obviamente tiene que ir—agrega Abby.

Harry sonríe mientras mira a Louis por un pequeño instante para luego devolver la mirada al camino.

—Una buena y bonita familia—dice y las mejillas del omega se encienden en calor.

Una hora después cuando llegan a la zona privada de cabañas en donde está la suya, Louis siente que debe de bajar del auto lo antes posible o la cercanía del alfa va a enloquecerlo de una vez por todas. Su omega no para de regocijarse cada que este lo mira, y está seguro de que ya no puede soportarlo.

El lugar en donde están es hermoso en pocas palabras, una magnífica vista de la naturaleza y las cabañas, del bosque un poco a lo lejos haciendo que el aire huela a una maravillosa mezcla de la tierra húmeda con el olor de los pinos.

i was lost until I met youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora