Capítulo catorce

9.2K 1K 1.3K
                                    

Harry no lo suelta cuando suben las escaleras, ni cuando se detienen momentáneamente en el pasillo para seguir besándose de la misma manera en la que lo han hecho desde la cocina.

Louis tiene el rostro y el cuello rojos, además de que no sólo se detiene ahí sino que le recorre la piel a toda velocidad. Es Harry y sus besos adictivos, se dice a sí mismo, es él y su cuerpo fuerte y grande que hace que reaccione de esa manera. Es incluso mejor de lo que imaginó, el poder besarlo y permitirse deshacerse en entre esos brazos fuertes mientras que el alfa lo mantiene bien apegado hacia sí, presionando sus dedos en la piel tersa de sus caderas por debajo de la camisa.

Todas esas advertencias que Harry se ha dicho a sí mismo se esfuman cuando cierran la puerta de la habitación, y Louis pierde todo pensamiento racional cuando los labios del alfa descienden por su cuello y casi puede escuchar el siseo de la humedad de estos entrando en contacto con el calor de su piel. Quiere gemir, quiere arrancarse la ropa y dejarse llevar por todo lo que el alfa quiera hacerle.

El hombre se sienta en la cama, lo toma de las caderas tirando con un poco de fuerza que lo hace gemir y hace que se siente a horcajadas en su cuerpo. Harry lo sostiene de la parte baja de su espalda con las palmas abiertas y dentro de su camisa, teniendo el atrevimiento de tocarle la piel suave.
Louis tiene los brazos alrededor de su cuello, y gime bajito al tener esos besos caliente aún en su garganta.

—Alfa...—susurra por puro instinto. Y escuchar esas palabras es todo lo que Harry necesita para ceder a su deseo.

Desliza la mano suavemente hasta el borde del pantalón, metiendo un poco sus dedos dentro queriendo tocarlo más, sentir ese espacio húmedo de su cuerpo que tiene entre las piernas. Es su instinto el que le grita que lo haga, es la manera en la que el olor suave y dulce causado por la excitación del omega lo que hace que sus pupilas se dilaten casi cubriendo todo el verde de sus ojos y que sus colmillos salgan de manera involuntaria.

Louis se olvida por un momento de esa parte de sí que teme verse como alguien atrevido, y cuando sienta la mano del alfa bajando hasta el borde de su pantalón, él mismo lleva la suya entre sus cuerpos hasta la entrepierna endurecida del hombre. Su cuerpo tiembla cuando lo toca y disfruta del gemido suave que se escapa de los labios de Harry.

Y en eso, tocan la puerta.

Louis se baja rápidamente de su regazo, mientras que Harry se queda estático en su lugar observando la puerta cerrada.

—¿Papi?—es Abby y el alfa se maldice a sí mismo por ser tan irresponsable. ¿Cómo pudo haberse permitido perder el control con un omega estando sus hijos en la misma casa? En estos momentos, se odia.

—¿Qué sucede cariño?—pregunta y evita a toda costa mirar a Louis, quien por su parte hace lo mismo.

—Ellio está llorando y no nos deja dormir, ¿no puedes hacer que duerma con ustedes?

—Claro.

Parece que la niña se ha ido porque no vuelven a escuchar su voz. Louis suelta el aliento que ha estado conteniendo, y es ahora cuando automáticamente todo el peso de lo que ha sucedido en el último momento le cae en los hombros. No puede creer lo que han hecho, no puede creer que se han besado y que casi...

—D-debería buscarlo—sugiere en un hilo de voz sin siquiera atreverse a mirar al alfa. Ahora siente tanto miedo de lo que pueda pasar, que no resiste si quiera la idea de mirarlo a la cara.

—No—se apresura a decirle, los nervios comiéndolo vivo—. Notará mi olor en ti y va a enojarse, si voy yo no le importará.

Louis asiente escuchándolo mientras se frota uno de los brazos con la mano contrario en un gesto de pura vergüenza.

i was lost until I met youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora