ENAMORADA DE UNA PRINCESA

7-Estoy cofundida

Siento sus brazos rodeando mi cintura, estamos así de cucharita, no sé en qué momento terminamos en esta posición pero me siento tan bien con ella, saca un carácter en mi que nadie más logra.
Esta es la primera vez que duermo con alguien en la cama y jamás en la vida pensé que iba a ser con una mujer. Ni con mis primas e dormido en la misma cama, odio dormir con otras personas, me incomodan tanto y esta engreída me hace querer hacer cosas prohibidas, lo más terrible es que esto no es correcto a mi no puede gustar ella.

Son las 4 de la mañana, cierro mis ojos para intentar seguir durmiendo, de pronto siento más relajo que de costumbre, sus manos están por debajo de mi polera haciendo pequeños círculos por mi abdomen, no sé como provoca tanta electricidad en mi cuerpo tan sediento de ella, me giro quedando frente a su rostro.

-Me iré a mi cama, creo que estás mucho mejor.- hablo nerviosa.

Gana su cabeza en mi cuello, respira en este, se siente tan placentero.

-Si te vas vuelvo a estar mal.- acaricia mi mejilla.- Gracias guapa.- deja un beso en esta y no quita su boca la mueve directo a mis labios.

-No por favor.- siento que mi cuerpo tiembla.

-Estas segura? si me dices que si me voy ahora y no te jodo.- me mira a los ojos.

-Mi boca dice que si.- se quita dispuesta a salir de la cama, mis manos la detienen.- Pero mi cuerpo y mi interior dicen otra cosa.

-Me tienes loca.- queda arriba de mi.

-Quién eres para hacerme querer estar a tu lado?.- pongo un mechón de su cabello detrás de la oreja se ve tan sexy arriba de mi.

Nuestras frentes quedan juntas, pongo mi mano en su cuello muerdo mi labio sin parar de mirar los de Nikii.

-No me hagas esto por favor, no te imaginas las ganas que tengo de probar esa boca.- pasa la yema de su dedo.

-Pruebala.- lamo su dedo.- Dame ese beso que tanto de.- no termino cuando ya tengo sus labios haciendo presión con los míos.

Es tan dulce para besar, me dejo llevar abriendo más mi boca para darle paso a su lengua, doy unas pequeñas mordidas en su labio, sonríe lamiendome estos, es una mezcla de sentimientos tan difíciles de explicar, nos separamos para tomar aire.

-Esto es lo mejor del mundo.- me vuelve a besar.

Una guerra de besos continúa entre ambas, no sé desde cuándo que creo besar así de intenso, mis manos la toman del cuello haciendo más presión entre ambas.

Nos besamos tanto que mi boca ya duele, tengo la mitad de mi cuerpo sobre ella, suspiro dejándole unos últimos besos en su cuello, el sueño me está llegando fuerte.

**

La música me despierta de un salto, espero que los de la otra habitación no reclamen porque según yo está bastante fuerte, pero no voy a negar que tiene buen ritmo.
Me doy cuenta que estoy durmiendo sola, camino por la habitación en busca de la engreída pero nada, quizás es de esas que te abandonan por la mañana y desaparecen para siempre.
Leo un mensaje de Cata, no llegará hasta esta tarde, anda de paseo con un sevillano bien guapo.

Me meto a la ducha con algo de calor, dejo que el agua caiga por mi piel, ya extraño esos besos de anoche, fueron tan placenteros, primera vez que desee tener sexo con alguien.

Salgo envuelta en una toalla, tocan la puerta, supongo que es Lucas, es el único que podría ser.
La abro, mi sorpresa es verla con bolsas en la mano y con una sonrisa magníficamente seductora.

Deja las bolsas sobre la mesita de centro, me toma por la cintura atrayendome a su boca, es un beso tan hambriento y tierno a la vez que hace que mi piel se erize, pongo mi mano en su cabeza haciéndolo más intenso.

-Tengo hambre.- apenas logro decir.

Baja por mi cuello dando pequeños chupones.

-Yo igual pero mejor te como a ti.- me guiña un ojo.

-Nikii.- hablo excitada.- No sigamos por ahora bueno.-hago que me mire.- Luego te explico el por qué.

-Bien bombón, pero cambiate porque con esa toalla que tienes puesta me dan ganas de hacerte de todo.- susurra en mi oído.

Sonrío mostrando todos mis dientes, elijo un short y una blusa negra, me entro en el baño para ponerme la ropa.

Veo que en la mesa hay panqueques de fruta acompañado de jugo natural.
Pruebo uno, es de fresa, está riquísimo, acabo de romper todas dietas, en la mañana solo comía tres almendras y una fruta.

-Donde los conseguiste?.

-Una amiga tiene un local aquí serca, le quedan muy buenos.- habla con la boca llena, se ve muy graciosa.

-Me encantaron.- me devoro otro.

-Te saqué esta polera.- la indica.

Si no me dice creo que no me hubiese dado cuenta.

-Te queda mejor a ti, pero me tienes que devolver esa pañueleta.- aún la tiene amarrada a su muñeca.

-La dejaré para amarrarte a ti a la cama, me caliento de solo pensarte, creí que serías prohibida, que solo te gustaban los chicos pero menos mal me equivoqué.- lame su boca.

Cierro mis ojos y suspiro triste.

-Estoy confundida.

-Con que?.

-Pues no sé si no me había dado cuenta antes pero parece que me gustan las mujeres por lo visto.- bebo jugo.

-Soy la primera chica que besas?.- se le ilumina la mirada.

Asiento cruzandome de brazos y mirándola fijamente.

-De verdad que estoy confundida, no sé si esto es amor de verano o que, pero es raro, tu me gustas y bueno los hombres también me atraen.

-Te gusta acostarte con ellos?.

Juego con mis dedos evitando el nerviosismo en mi voz.

-No lo sé aún.- levanto mis hombros.

Deja de comer, camina hasta mi y se sienta en mis piernas quedando frente a mi rostro.

-Dime que eres virgen.

-Lo soy Nikii nunca he estado con nadie.

-Ni una metida de manos.

-Nada de nada, dirás que soy una santurrona pero lo más lejos que e llegado con alguien ha sido contigo.

-Wow, que afortunada soy al tener esta chica para mi.- me da un ligero beso.

-Si, con los hombres que he tenido algo solo han sido besos castos que ni un pelo me han movido. Joder no se por qué dije eso, ahora vas a tener el ego por las nubes.

-Tranquila ya se que soy irresistiblemente hermosa para ti.

-Lo de anoche fue maravilloso.- beso su frente.

-Pero?.

-Pero ni aunque quisiera estar con una chica no podría, dejaría un desastre a nivel mundial.

-Ni que fueras la reina de Inglaterra.

-Ja, menos mal.- trago saliva.- Pero encerio, esto no puede seguir, no me quiero seguir confundiendo con algo que solo es pasajero, de seguro estoy engañada y es solo una idiotez.

Se para de mis piernas y toma sus cosas con algo de enojo en su mirada.

-La idiotez se va, gracias por todo lo que hiciste por mi anoche, no te molesto más, fue un gusto.- da una sonrisa y se marcha de la habitación.

Respiro profundo, espero haber echo lo correcto, desde que la conocí nada a estado bien conmigo, todo se alborotó demasiado, ni me conozco.

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Será una buena decisión?