ENAMORADA DE UNA PRINCESA

27-Sobreviviendo

Narra Andrea

Nos vamos en la limusina de Chloe, hoy es noche de chicas así que arrendamos un club privado exclusivamente para nosotras, empezó como una distracción para que yo olvidara a ya saben quien y ahora se terminó volviendo costumbre salir todos los viernes por la noche.

-Bien chicas es hora de verdad o reto, vengan acá.- nos habla Catalina.

Nos ganamos sentadas en forma de un circulo mirando el centro, echan a girar la botella y cae en Nina de Saintius la hermana de Chloe.

-Verdad o reto?.

-Verdad.- apreta sus manos.

-Llegaste virgen al matrimonio?.

Ella está casada con un heredero muy rico.

-Que esto no salga de aquí por favor, como se enteren los demás me matan, no llegué virgen al matrimonio de hecho me acosté con dos personas antes de Nicholas.

Uh todas empiezan a silbar y aplaudir, se lo tenía muy guardadito.

Ella gira la botella, para en frente de Catalina.

-Elijo verdad.

-Tienes un secreto que puede afectar a la vida de los demás.- le pregunta Chloe.

Vaya que cosa tan rara, se pone tensa lo puedo notar al ver como hace sonar sus dientes.

-Si lo cuento no sería secreto, dame un reto.

-Ve donde el bartender y bailale sensualmente.

Todos los ojos se ponen en ella, se gana a su lado y entonces comienza a mover sus caderas alrededor de él, pobre chico no entiende nada de lo que está pasando.

Giran la botella y para en mí.

-Reto.

-Dale un beso al guardia.

-Y por qué siempre tiene que ser un hombre, pongamos esto más interesante, mejor besa una chica.- ríe Dasha.

Oh muy en el fondo la quiero matar.

-A quién beso entonces.- encojo mis hombros.

-A la próxima chica que le apunte la botella.- habla una amiga de Nina.

Asiento mordiendo mi labio evitando que se me note lo tensa que estoy, besar otra chica que no sea la engreída o Dasha es raro.

Se detiene en frente de la princesa  Natalie, es nieta de la reina.

-Es divertido pero acepto encantada un beso de mi querida princesa de Yourk.

Se acerca a mi hasta rozar nariz con nariz, su aliento huele a mojito, junto nuestras bocas, ella toma el control haciendo algo súper tierno, sus labios son tan suaves, la aparto lentamente con delicadeza.

-Adams debe estar muy feliz teniendo esos labios todos los días.- susurra en mi oído.

Le doy mi más encantadora sonrisa, nunca había hablado con ella de seguro es buena persona.

Salgo del grupo caminando directo al baño, me miro en el espejo riendo de lo que pasó, a las chicas nos les importó que nos besaramos, quizás si le digo a los reyes que me gustan las chicas no me manden a fusilar.

**

Llego algo borracha así que me voy directo a la cama cayendo como un costal de papas. Siento como sus manos me rodean, la pesadilla vuelve.
Mis ojos se llenan de lágrimas como casi todas las noches que me hace el amor, mientras más rápido mete y saca su miembro de dentro de mi es mejor, así acaba luego y me deja en paz.
La gran mayoría de las noches prefiero estar borracha para así no sentir tanta angustia y pena dentro de mi ser

Pienso que algún día llegará ella a rescatarme y hacerme feliz, por ahora solo puedo dormir.

**

Salgo de la ducha envuelta solo con la toalla, me sobresalto al verlo en la habitación con un ramo de rosas.

-Pensé que te habías ido.- le desvío la mirada.

Se acerca hasta dejarme acorralada contra la pared, me besa el cuello.

-Hueles demasiado bien.- intenta besar mis labios.- Te traje esto.- me da el ramo.

Le doy un empujón apartandolo bruscamente de mi lado.

-Esto es para hacerme sentir mejor?, crees que unas rosas voy a olvidar que todas las noches me violas.- hablo con odio.

Levanta sus cejas riendo sarcasticamente.

-Piensas que me harás sentir mal, eres mi mujer ahora, puedo hacer contigo lo que yo quiera y vamos a seguir siendo la pareja perfecta que les hemos presentado a la prensa y a la corona.

-Me das demasiado asco maldito.- le doy una bofetada.- No soy tu juguete, si no fuera porque dependemos de tu familia hace rato te hubiese dejado.

Me toma fuerte de los brazos.

-Tu me das asco maldita perra que se acostaba con una puta.

-Esa puta como le dices me hacía sentir mucho más placer que tú, ni te imaginas como me encantaba comérmela cada vez que podía, en cambio cuando estoy contigo en la cama solo siento deseos de matarme para no verte más.- le acabo de herir el ego de machito alfa.

Me suelta enfadado y se marcha dando un fuerte golpe a la puerta.

Lo odio, no soporto que se refiera así de mal hacia ella, a mi me puede decir lo que quiera pero Nikii es intocable, tengo muy buenos recuerdos con ella, la echo mucho de menos, han sido los seis meses más largos de mi existencia.

No sé de donde saco las fuerzas para no caer en una depresión, gracias a dios no he quedado embarazada de este imbécil o ahí si que ya estaría bajo tierra, no encuentro la hora de que todo se arregle y así puede dejar a Adams.

**

Salgo a trotar con dirección a la casa de mis padres al menos allá puedo hablar con Dasha hace que me ría un poco.

Llego sudada, subo las escaleras corriendo sin que me vean, siento un alivio enorme al estar en mi habitación es como si aquí estuviera soltera y libre.
Tocan la puerta, de seguro es ella con su bandeja de postres.

-Me encanta esto.- hago que pase.

-Hoy traje mucho helado.- me pasa una cuchara para comer.- Tu madre salió hace un rato muy apurada de aquí.

-Mejor, así me ahorro la conversación de cuando le voy a dar sus tan preciados nietos.

Se acuesta conmigo en la cama mientras comemos helados, aprovechamos de ver televisión.

Quedó pálida al ver las noticias, mi vida acaba de joderse.

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Qué habrá pasado?