ENAMORADA DE UNA PRINCESA

13-Pesadilla

Saludo a todos los empleados que me encuentro de camino a mi habitación, hay varios rostros nuevos que no había visto antes por aquí. Me lanzo sobre la cama con mucho sueño, de apoco mis ojos se van cerrando.

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Tengo demasiada hambre, son aproximadamente las una de la mañana, bajo acompañada por el flash de mi celular, no quiero llamar la atención prendiendo las luces de la gran mansión Yourk, recibo un mensaje de Adams, lo que faltaba, mañana por la mañana me viene a ver.

Quedo mirando la pulsera de mi mano sonrió como idiota, necesito a la engreída guapa que me hizo ser yo misma, si mi familia solo se enterara de las cosas que hice en España me mandarían literalmente a un manicomio, son tan exagerados con estos temas que parece que fueran cosas del diablo, es muy frustrante, además que los reyes Filipe y Violet son demasiado católicos, por lo tanto la monarquía en si se basa por la iglesia.

El padre de Adams es el hijo del duque de Gales, es por eso que hemos crecido juntos en todo esto, ambos reinos se apoyan entre sí para seguir subsistiendo, juntos son muy poderosos pueden contra todo lo más malo.
La familia de Chloe en cambio tiene nuestra sangre pero adoptan otro apellido ya que se encargan de dirigir otro reino más a cargo de Inglaterra, los Saintius son geniales pero a la vez se duda de que sigan siendo parte de la realeza por tanto escándalo que han generado. Son los malditos paparazzi que investigan absolutamente todo y muestran noticias falsas.

Eso es algo de lo que vivimos, lo mejor es comer un buen sándwich de pollo, me lo devoro al instante así que me hago otro más, me giro y encuentro un rostro nuevo observandome fijamente.

-Quién eres tú que asalta mi cocina a estas horas.- habla una chica en la oscuridad.

-Una muchacha demasiado hambrienta que podría comerse una vaca.- apunto el flash a su rostro.

Es linda y súper joven, creo que debe ser la nueva ayudante de cocina.

-Te doy cinco segundos para que salgas de aquí o si no.

-Adivino, llamarás a seguridad?.- río buscando algo de beber.

-Mira, no sé quién mierda eres pero me dejaron muy en claro que nadie debía entrar a la cocina.

-Entonces que haces tu aquí?.- pongo mi sonrisa más maquiavélica.

-Eres una insoportable, largo de aquí ahora, de seguro eres la empleaducha que se encarga de los establos.- enciende la luz.

Me sorprendo al ver que no es inglesa, sus ojos son asiáticos, la piel que tiene es hermosa debe ser súper suave, me encantaría preguntarle pero va a responder una idiotez, prefiero que siga creyendo que soy una "empleaducha".

-No juzgues a un libro por su portada.

Me marcho con mi sándwich y un jugo natural de arándano que encontré, que chica tan simpática jaja, pero admito que está buenísima me la comería entera, uf yo antes de Nikii no tenía para nada estos pensamientos impuros, quizás y me deba confesar de los pecados que he cometido.

Empiezo a ver la segunda temporada de Élite, Catalina me dejó muy enganchada con esta serie además que Aron Piper es hermoso y para que hablar de Ester Expósito, joder creo sinceramente que soy bisexual pero eso está mal para mi ser.

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Salgo envuelta en una toalla, me coloco un vestido que me llega hasta los talones y unas zapatillas con plataforma, algo veraniego ya que hace bastante calor.
Bajo las escaleras bajo la mirada de la chica de anoche, mi madre me da un abrazo muy apretado, ella está con los ojos como platos.

-Te eché mucho de menos hija, estos días pareciera que hubiesen sido años.

-Pero ya estoy aquí madre.- beso su mejilla.

-Dejame que te presente a Dasha, es una joven chef tailandesa que está ayudando a Ana en la cocina, nos  ha deleitado con muchas exquisiteces.

Traga saliva totalmente nerviosa, me mira apenada como intentado decir "lo siento no sabía que era la princesa".

Mi mamá camina hasta la mesa que está llena de cosas saludables.

-Dasha, bonito nombre.- le doy mi mano.

-Princesa lo siento mucho por lo que pasó antes, estoy muy arrepentida perdóneme por favor.- se lamenta.

-Solo si me haces panqueques de fresa.

-Pero me dijeron que solo debía comer de lo que hay en la mesa.

Me acerco a su oído sigilosamente.

-Será nuestro secreto.- le susurro.

Asiente marchándose a la cocina, me siento en mi puesto habitual al lado de mi madre, le cuento todo lo que hicimos en el viaje omitiendo las escenas con mi diosa Nikii, ¿ya se habrá olvidado de mi?, ¿se habrá acostado con otra chica?, ¿me pensará tanto como yo?, ojalá pueda volver a tenerla en mis brazos.

Aparece André el guardia real anunciando a Adams, está vestido con un esmoquin negro muy elegante y viene acompañado de mi padre, saludan muy contentos, él besa mis labios como si estuviéramos juntos, lo aparto bruscamente me mira levantando sus cejas, me pongo seria,  acaba de joderme el desayuno.

Invento que me duele un poco la cabeza y salgo al jardín, me gano en el césped recién cortado, bufo al ver que se gana a mi lado.

-No te has enterado verdad?.- cruza sus perfectos brazos tonificados.

-Ponme al día.

-Mi hermano se va a casar.

-Me alegro por él.- doy una media sonrisa.

-Ya pero resulta que tú y yo nos debemos comprometer, nuestros padres lo han organizado desde antes.

Le doy un puñetazo a la tierra, me toma la mano haciendo que lo mire, no aguanto y me echo a llorar en su hombro.

-Adams no quiero esto.- pero sus labios están sobre los míos, está vez me besa en forma suave y calmada.

-Tu padre nos mira.- habla en mi oído.

Veo que queda frente a nosotros y nos da un abrazo a cada uno.

-Estoy feliz, esta noche las familias van a cenar juntas y se hará el anuncio oficial de que ustedes son pareja.

No soy capaz de hablar, lo veo tan emocionado que no quiero ni pensar cuando se entere que yo no pienso casarme en la vida con este chico.

Eso de que el duque iba a transferir su cargo fue todo mentira para que viniera a estar con Adams, no puedo creer tanto interés por parte de mi padre.

Esto es como la peor pesadilla de mi vida, no estoy preparada para dar ese paso tan grande, quiero enamorarme de alguien hasta perder la cabeza, quiero escribir una nueva historia sobre mi corazón tan roto.

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Dasha en multimedia
Pobre de Andrea, su dolor empieza.