Capítulo 21

1.1K 85 3
                                    

—Ese día que te encontré llorando en las escaleras, vi la prueba de embarazo en tu abrigo —me cuenta—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ese día que te encontré llorando en las escaleras, vi la prueba de embarazo en tu abrigo —me cuenta—. Lo sé desde entonces.

—Nunca dijiste nada —sorbo la nariz. No he dejado de llorar ni un solo momento.

—Si tú no lo hiciste, ¿por qué iba a hacerlo yo?

—No quiero que Harry se entere. Las cosas no están bien entre nosotros y, si lo sabe, jamás lo estarán —mi voz es un murmullo ronco y débil.

—En un mes más comenzará a notarse. Tal vez quieras considerar decírselo.

Asiento, aunque me rehuso a hacerlo.

—¿Y cómo estás con eso? —pregunta, luego de unos segundos en silencio.

—¿Feliz? —me encojo de hombros—. Estoy asustada la mayor parte del tiempo, pero creo que ahora que lo he aceptado, me hace feliz. Quizás porque ya no estaré sola... Y porque tendrá dos abuelos que lo amarán mucho —sonrío.

Keith hace lo mismo y, en acuerdo, acaricia el dorso de mi mano.

Le cuento sobre mi padre. Le digo que ha vuelto y me pidió apoyarme con mi hijo. Él me aconseja y me dice que no se lo niegue. También se alegra por mí y porque así se sentirá mejor al saber que hay alguien, además de Jenna, que se preocupa por mí.

 También se alegra por mí y porque así se sentirá mejor al saber que hay alguien, además de Jenna, que se preocupa por mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde que Chad regresó a la empresa, he evitado salir de mi oficina tan seguido. También procuro irme a mi hora para no encontrármelo en el estacionamiento. Él igual ha sido prudente y envía sus recados y trabajo con Tessa, lo cuál agradezco infinitamente, aunque he intentado con todas mis fuerzas ser lo más profesional posible cuando se llega el momento de verlo necesariamente.

Por otro lado, Andrew no ha mencionado nada acerca de la propuesta generosa que me hizo, y yo no pienso tocar ese tema de nuevo, ahora que sé que fue Chad quien lo propuso en realidad.

—Dile que quizás no voy a regresar —le pido a Tessa—. Si quiere descontarme las horas, no me importa.

—¿Y por qué no vas a regresar? —pregunta ella, suspicaz.

Todo lo que fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora