꧁Capítulo 14꧂

180 95 20
                                    

"Corazón negro azabache"

Alice

Sentía una leve brisa en mi rostro, intente moverme, pero algo me lo impedía. Abrí mis ojos lentamente y la luz del sol saliendo por la mañana me dio en ellos, parpadeé varias veces para acostumbrarme.

Cuando vi estaba recostada en el pecho de Vidal y él me tenía abrazada de la cintura.

Me le quedé viendo por unos segundos, la otra vez no pude admirar como dormía gracias a mi madre. Él se miraba como un ángel durmiendo.

Pero esta vez fue diferente, estábamos él y yo despertando con los rayos del sol, en medio del bosque.

Y entonces eso me hizo caer en la realidad.

—Vidal... —lo moví un poco, pero no despertaba.

—Vidal...

—Hum... —respondió.

—Mi mamá.

—¿Qué pasa con ella? —quito su mano de mi cintura y pude sentarme.

—Pasa que tenemos su auto.

—Sí, lindo auto que nos alejó de la civilización —en sus labios se ensanchó una sonrisa —¿Qué con ello?

—Tenemos que irnos ahora, mi madre tiene que ir al trabajo en su auto —y pude ver en sus ojos que entendía.

—Rayos —se levantó —Vámonos.

—Corramos o me mata —le agarré la mano y empezamos a caminar de regreso a la carretera.

—¿Qué hora es?

—No tengo idea, mi teléfono se descargó.

—¡Ag!

—¿Qué?

—Espero que mi tía no se haya dado cuenta que no estoy en casa.

—Lo bueno es que no tenemos que ir al colegio, por otro lado, mi madre entra al trabajo a las ocho.

—Debemos correr en serio —caminamos más rápido.

—¿Tan dentro estábamos del bosque? —fruncí el entrecejo y empecé a ver hacia todos lados.

—No lo sé... No me digas que nos perdimos —lo vetee a ver.

—Claro que no, tranquilo —para ser sincera ya me había preocupado también.

Caminamos por otros minutos cuando al fin pude ver la carretera.

—Salimos —dije aliviada.

—Genial —Vidal soltó aire.

Caminamos al auto y entramos.

—Bien, ahora necesito que manejes como en rápidos y furiosos.

—Ni tanto, recuerda que no tengo papeles.

—Cierto —chasqueó la lengua —Solo maneja.

—¡Oh no! —dije.

—¿Qué?

—Son las ocho y media Vidal —la hora sale en la radio del auto.

—Nos van a...

—Matar —termine por él.

Empezamos el camino de regreso a nuestras casas.

—Espero que nos alcance la gasolina para llegar y que no nos regañen —no creo que nos regañen, digo estamos en vacaciones.

Amor Surgente © ✔️Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora