꧁Capítulo 23꧂

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"Tú eres mi otra mitad, como un dulce suspiro"

Alice

Salí corriendo de mi casa y tomé la misma ruta que daba al parque, con la mirada encontré a Vidal y corrí más rápido a él. Pude notar que su cabello estaba húmedo y su perfume llego a mí nariz, su aroma es inconfundible para mí.

—Perdón por hacerte salir tan temprano —me senté a la par de él.

—No te preocupes, ya hasta me había bañado —me sonrió —¿Qué sucede?

—Te tengo una buena noticia —tomé sus manos —Resulta que mi madre... bueno ella está saliendo con alguien desde hace unos meses, resulta que anoche lo conocí y es el padre de Harry.

—¿Enserio? —en sus ojos había asombro —Entonces ahora son hermanos.

—Sí y esa no es la mejor parte.

—Dime cual es...

—Edgar es oftalmólogo —dije emocionada.

—Alice...

—Le hablé de ti y...

—Alice...

—Me dijo que fuéramos a verlo en estos días al hospital, te revisara y vera si te puede operar para que recuperes la vista —lo dije sin parar, necesitaba darle esta buena noticia.

—Alice —la sonrisa ya no estaba en sus labios, en los míos se podían ver mis dientes, pero su rostro ya no me decía nada.

—¿No estas feliz? —acaricie su mejilla con mi mano.

—Yo... —no me decía nada.

¿Qué le sucede? ¿Acaso no estaba feliz como yo?

—Vidal, vamos con Edgar para que te revise.

—Alice no.

—¿Qué, porque no?

—No me quiero operar.

—Pero tu quería esperanza y esta es la oportunidad.

—No lo entiendes.

—Claro que lo entiendo, estas siendo egoísta —como podía ser así, teníamos la oportunidad perfecta.

—No Alice, esa no es esperanza para mí —las venas de sus ojos se hicieron más rojas de lo normal —Voy, me hacen exámenes y nuevamente me dicen que no hay cura, que no me operaran porque nunca volveré a ver —las lágrimas se hacen presente en su rostro —Ya no quiero sentir lo mismo, ya no Alice. Tú eres mi esperanza, solo tú la eres ¿De acuerdo?

—Vidal —no sabía que decir —No perdemos nada con intentarlo.

—Yo ya lo perdí todo Alice, solo me quedas tú.

—Yo pensé que te podrías feliz con esta noticia —baje mi mano de su rostro y me aleje un poco de él.

—No puedo Alice, no me puedo aferrar a lago que no es seguro y que probablemente me tire de nuevo al fondo del agujero negro.

—Yo estaré ahí Vidal, estaré para ti, no tienes nada de que temer.

—Pero esto me da miedo.

Después de tanto tiempo, pude ver de nuevo a un Vidal inofensivo, sensible. Él se miraba mal ante esta situación y no soportaba verlo así. Haría cualquier cosa para ceder ese dolor y miedo que tiene.

Yo pondré de mi parte para que él este mejor y este bien.

—Yo te ayudare, confía en mí —tome de nuevo su mano y la entrelace con mis dedos.

Amor Surgente © ✔️Where stories live. Discover now