꧁Capítulo 43꧂

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"Una larga recuperación"

Alice

Bajamos del auto de Harry y caminamos a la entrada del colegio, hasta hoy se presentaba de nuevo Vidal. Estuvo haciendo unos días de reposo en la casa.

Los seis caminábamos como los chicos malos y populares del colegio, pero en realidad no somos nada de eso. Solo somos nosotros, casi como "El club de los incomprendidos". Pero claro que a nuestra manera.

Vidal llevaba sus lentes y algunos compañeros se le quedaban viendo. Los rumores de que se había operado llegaron a los oídos de todo el colegio, en parte también lo miraban por eso. Está de más decir que el bastón ya no lo lleva en su mano, pero nuestra forma de caminar no cambio, ibamos con nuestros brazos entrelazados.

—¿Matemáticas? —pregunto Vidal.

—Si —me reí mostrándole mis dientes.

—Genial, es mi primer día y me toca matemática a primera hora —hizo una mueca con la boca.

—Amor... pero ahora será más fácil, además vas al día, te lleve todo lo que hemos hecho.

—Eso lo sé mi amor, gracias por eso —me beso la frente.

Caminamos al salón y cada uno tomo sus respectivos lugares. Algunos compañeros entraron y miraban a Vidal.

—¡Vidal! —se acercó un compañero —Me entere de la operación, que bien que recuperaste la vista.

—Oh eres Neith —le respondió.

—Así es hermano —chocaron puños —Cualquier cosa me dices y me alegro por ti también Alice.

—Gracias Neith —le sonreí.

—¿Neith te hablaba? —le pregunto Harry.

—Si charlamos un par de veces.

—Vidal —lo llamo Ashton.

—¿Qué pasa?

—¿Y también te imaginabas que así éramos nosotros?

—Mmm algo así, cada uno tiene algo que los identifica y además son espectaculares.

—Eso siempre —Cata le guiño el ojo.

—Buenos días clase —entro el profesor, su mirada fue directa a Vidal —Señor Stone, me alegra tenerlo de vuelta, espero que siga esforzándose como hasta ahora.

—Gracias y así será señor —le respondió.

La clase inicio y el profesor explico el tema.

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Cada día que pasaba iba más rápido, las horas, los minutos y los segundos; y el último año se hacía cada vez más corto. Nos dejaban más proyectos, exámenes sorpresa y exposiciones. Algunas tareas eran individuales y otras eran en grupo, lo bueno es que nos tocaba a los seis juntos.

Por las mañanas después de levantarse Vidal se aplicaba sus gotas y también antes de acostarse. En cierto tiempo ibamos a consulta con Edgar para que nos dijera como iban las cosas.

—Todo está a la perfección —dijo.

—¿De verdad? —pregunto Vidal con sus ojos brillosos.

—Así es —asintió Edgar.

Cada vez que ibamos a las consultas, la recuperación total de Vidal estaba más cerca y claro que eso nos ponía felices a todos. Porque ya tendría la vida de antes. Podremos salir y recorrer muchos lugares juntos, eso nos emociona demasiado.

Amor Surgente © ✔️Where stories live. Discover now