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꧁Capítulo 42꧂

"Recuperé algo que perdí en el accidente"

Vidal

¿Qué puedo decir?

Les contare todo lo que ha pasado. Me siento muy bien y creo que ya estoy listo para que me quinten los parches y el vendaje de los ojos. No tengo que decir que muero de nervios, porque eso es algo muy notorio.

Por otro lado, Alice ha venido por las tardes para ver como estoy y para ponerme al tanto de las tareas y trabajos que dejan en el colegio. También ha ayudado a mi tía con algunas cosas de la casa, es muy colaboradora en ese sentido.

Y claro que les tengo una buena noticia, las dos semanas se pasaron súper rápido en todo lo que les conté y hoy por la tarde vendrá Alice con Edgar para quitarme los vendajes.

Entonces hoy volveré a ver el cielo que un día dejé de ver, ese cielo que ya no pude ver desde que paso el accidente y mis padres murieron en él.

Pero bueno, me tengo que alegrar por lo que he logrado hasta ahora y con mi familia celebraremos que recuperaré la vista.

—¿Nervioso? —me pregunto mi tía.

—Mentiría si te dijera que no —apreté mis dedos de la mano.

—Solo come tu almuerzo tranquilo, ellos vendrán más tarde. Te pondré el azafate.

—Está bien —solo sentí que mi tía me ponía los alimentos enfrente de mí.

—¿Quieres que te ayude? —me pregunto.

—Mmm yo puedo solo no te preocupes.

—Bueno está bien, iré a terminar unas cosas en la cocina, cualquier cosa das un grito —escuche sus pasos y salió de la habitación.

Y simplemente no lo pude evitar —¡Tía! —grité.

—¡¿Que, que paso?! —llego corriendo de inmediato y es su voz se escuchaba preocupada.

—Te quiero demasiado —sonrei.

—¡Vidal! —grito de nuevo —Pensé que te habías golpeado u otra cosa.

—Perdón tía, solo vi la oportunidad de...

—¿Asustarme? —¿Cómo lo supo?

—Bueno si, pero todo bien.

—Todo bien será, espero que cuando me llames sea por algo —salió de la habitación de nuevo.

Seguí comiendo tranquilo. Y debo admitir que hay veces en los que se me olvida en que momento me encuentro, no sé si les pasa a las demás personas, pero a mí sí y caigo en cuenta que hoy podré ver.

También sé que estuve ciego por un periodo de tiempo algo largo, pero es increíble cómo te acostumbras a la oscuridad y en cierto punto olvidas ciertas cosas, de cómo se veía tu alrededor con color.

Después de mi almuerzo me levanté despacio de la cama y fui directo al baño para lavar mis dientes. Ya listo baje las escaleras con ayuda de mi bastón.

—Tía ya estoy listo —hable.

—Muy bien cariño, si quieres esperas en la sala. Edgar me llamo y ya vienen en camino.

—Está bien —camine a la dirección que me indico.

Para matar un poco el tiempo me recosté en el sofá grande, ya sé por dónde va la cosa y sí me quede dormido. Últimamente por las noches no me da sueño y en el día sí.

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A lo lejos en mi sueño se escuchaba el timbre de la casa y eso me despertó.