⠀⠀09. encerrados

9.7K 1K 429
                                    

Después de un par de semanas, la Golden Week de cada año llegó. Hacían ese campamento para poder entrenar durante más tiempo, además, creían que si pasaban tiempo juntos y convivían, estarían más conectados después en la cancha. Luego del entrenamiento de ese día, en el que se centraron especialmente en la defensa, se dirigieron hacia la residencia en la que se quedarían esa semana.

—No pareces muy emocionada de que vayamos a convivir todos juntos una semana entera —dijo Sugawara mirando a Leiko quien miraba al cielo con una expresión apagada. Estaba empezando a sentir el cansacio a pesar de no haber hecho mucho ese día.

—Voy a tener que estar una semana entera sin entrenar y cada día se acerca más la Copa de China —bostezó estirando los brazos hacia el cielo, no pretendía ser borde, pero el sueño que tenía le hacía hablar sin pensar—. Qué sueño tengo, ya quiero que llegue la hora de dormir.

—Son las siete y media de la tarde, Lei —respondió Koshi intentando contener su risa. Leiko lo miró asimilando lo que acababa de escuchar, y la expresión de tristeza y miedo que la chica había puesto hizo que Sugawara explotara en carcajadas.

—¡No te rías, Koshi! —exclamó Leiko dándole pequeños golpes al chico con ambas manos. Al ver que no dejaba de reír, cruzó sus brazos e hizo un puchero.

Algunos miembros de Karasuno se quedaron mirando confundidos a los dos amigos. Sobretodo por ver a Leiko, quien normalmente solía ser seria con el equipo dentro de lo que cabía, haciendo un puchero y comportándose como una niña de ocho años. Kiyoko les miró y soltó una pequeña risa, cosa que provocó los gritos emocionados de Tanaka y Nishinoya al ver a la primera mánager sonreír.

—Cuando está muy cansada se comporta como si fuera una niña de primaria, no se lo tengáis muy en cuenta —les dijo Kiyoko a los de primer año mientras miraba a Leiko.

Casi todo el equipo entró en la residencia para instalarse, solo quedaron cerca de la entrada Leiko y Koshi que seguían hablando y Tsukishima que se había quedado embobado mirando a Leiko sin que ella se diera cuenta.

—Tsukki —dijo Yamaguchi tirando de la manga de la camiseta del más alto, para después darse cuenta de que estaba como en otra dimensión observando a Leiko reírse con Sugawara. Yamaguchi sonrió al darse cuenta de lo que le pasaba a su mejor amigo—. Yo si fuera tu intentaría ser más cercano a ella.

—¿Qué estás diciendo, Tadashi? —dijo saliendo finalmente de sus pensamientos mirando a su mejor amigo.

—No sabría decir si ella te gusta —empezó a decir mientras caminaban en dirección a la residencia—, nunca te he visto enamorado de nadie así que no lo sé. Pero creo que Leiko te llama mucho la atención, deberías hablar más con ella y no comportarte como un completo amargado.

—No soy un amargado —respondió chasqueando la lengua y apartando su mirada un segundo—. Además, ya estoy hablando con ella. No mucho realmente, pero al menos he descubierto que no es tan aburrida y simple como pensaba.

—¿Ah, sí? —preguntó con una sonrisa insinuante.

—Sí. El otro día fuimos juntos a clase porque le devolví sus auriculares, se los había dejado en uno de los bancos del gimnasio, la muy idiota. Por el camino estuvimos hablando de bastantes cosas, sobretodo de música. Y al final del día me recomendó una canción, al día siguiente le dije que no era para tanto, tu estabas delante así que supongo que te acordarás —Yamaguchi asintió atento—, le dije que no era para tanto pero en verdad ahora no puedo parar de escucharla, incluso la he puesto en mi lista de reproducción favorita, y...

—Tsukki, no me hagas mucho caso, pero creo que te estás enamorando —le cortó Yamaguchi empezando a reír al ver como la cara de Tsukishima se iba iluminando conforme hablaba de lo que hizo con Leiko el otro día.

𝗜𝗖𝗘 ━━ kei tsukishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora