Capítulo 3.

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¿Resaca? No, lo la tenía, tampoco había bebido tanto anoche para decir que terminé borracha, solo fueron un par de tragos en un club donde hicimos más bailar como locas que otra cosa. Inzie ama mover su cuerpo al ritmo de cualquier música, así que solo entrar ya estábamos bailando desenfrenadas siendo la atención de muchas personas. Demasiados griegos quisieron ligar con nosotras, solo Faith y yo dejamos que uno que otro quiera conquistarnos, bastante seductores resultaron ser, pero ninguno tenía lo que quería para poder llevarlo a mi cama, soy una mujer bastante liberal, amo experimentar y he tenido sexo con diferentes hombres que me dejaron una que otra enseñanza, solo que uno me había marcado para toda la vida desde mis diecisiete años, nadie se comparaba con el placer que solo él podría darme, tal vez a eso se debía mi dolor de cabeza, a mi alto nivel de frustración sexual, que definitivamente debía solucionarlo con algún griego caliente que me haga olvidar de ... mejor no digamos su nombre, solo había logrado una respuesta de él y fue que borrará la foto que subí en mi cuenta de Instagram desnuda, si no le hice caso a mi padre cuando lo pidió menos lo haría a sus palabras.

Esa mañana decidí quedarme un rato más en mi habitación con la idea de despejar mi cabeza mientras mis primas bajaban a desayunar tranquilas al gran restaurante del hotel, mi humor no era el ideal para estar a su lado por eso prefería estar sola hasta sentirme mejor, pero eso se vió interrumpido por el intenso golpeteo de la puerta que obligó a que me levanté de la cama para encontrarme con ellas al abrir.

— Quiero estar sola — murmuro.

— Cierra la boca y me escuchas — habla Mackenzie entrando a la habitación.

— ¿Estás bien? — pregunta Faith mirándome con atención.

— Saben que si no duermo lo suficiente estoy de mal humor — acoto suspirando mientras cierro la puerta.

Ya estaban acá y las conocía tan bien que sabía que no se irán hasta verme salir con ellas.

— El humor que siempre cargas — comenta Ellie rodando sus ojos.

— Nuestros padres nos mandaron guardaespaldas, nos están siguiendo — informa Inzie.

— De seguro lo hicieron — afirmo encogiendo mis hombros.

— Llamé a mi padre y dice que él no mandó nada, está cumpliendo con su palabra ...

— Dudo que el mío lo haga — interfiere Ellie.

— A mi me da igual, la verdad — reconozco.

— A mi también — suspira Faith.

— Relájate Inzie, déjalos pensar que nos tienen controladas, después veremos la forma de librarnos de ellos — digo tranquilizando a mi prima.

— Tenemos cosas que contarte — habla ella haciendo que ya no le importa más el asunto cuando se que es mentira.

— Cuenten — les pido y me tiró en la cama, ella no tardan en acostarse también dejando que miremos el techo algo pérdidas en nuestros pensamientos.

— Están cerrando el hotel, dicen que vienen personas importantes  ...

— ¿Importantes? — inquiero enarcando una de mis cejas.

— Si, por eso habrá limitaciones en el número de personas que estarán en el hotel — comenta Ellie.

— Debe ser alguien con mucho dinero, para cerrar semejante hotel — acoto pensativa.

— Tú sabes que mi padre y el tuyo tienen el dinero suficiente para hacer lo mismo, por eso en mi cabeza ronda la idea que podrían ser ellos ...

Locura de Amor (4° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora