Locura de Amor (4° SAP)

Capítulo 17.

Katherine.

— Entra Kate — dice Sasha abriendo la puerta de la habitación donde se encuentra Noah.

Al ingresar me encuentro con la mirada de la señora Salvatore, que frunce su ceño al verme, para luego negar su cabeza con resignación.

— ¿Puedo? — murmuro nerviosa mientras cierro la puerta del cuarto.

— Unos minutos, después hablaremos tú y yo — sentencia al levantarse de su silla para dejarme a sola con su hijo que dormía.

Llevé mi mano a mi boca asustada por la situación, Noah no tenía ese bronceado de siempre, sino que su piel estaba pálida, aunque dormía sus ojeras eran bastante marcadas. El hombre que dejé ese día en la cama del hotel no se parecía nada al que estaba ahí. Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver esa especie de manguera transparente que salía de su costilla.

No sabia que hacer, lloraba en silencio mirándolo. No quería que nada malo le pase, puede que seamos un desastre juntos, pero me importaba demasiado su salud y que este bien, no podía soportar la idea de pensar que podría perderlo. Noah cuando era bebé le diagnosticaron leucemia, estuvo en tratamiento y recibió médula de su tío Dante, que ayudó a que él pueda superar su enfermedad cuando era un niño pequeño.
Solo pensar que el cáncer pudo volver me destruía por completo.

— Debo estar demasiado drogado que veo alucinaciones — habla medio dormido abriendo un poco uno de sus ojos.

— Noah — musito secando mis lágrimas.

— Demasiado drogado — afirma cerrando de nuevo sus ojos.

Tomo su mano y es ahí donde abre sus ojos para observarme con cierta duda. No sabía si era real o su imaginación le estaba jugando una mala pasada.

— Estoy aquí — aseguró sintiendo otra vez mis lágrimas en mis ojos.

— No deberías estar aquí, Katherine — dice frunciendo su ceño.

— Quería saber que estabas bien — comento secando mis estúpidas lágrimas.

— No era necesario...

— Noah — lo detengo.

— Tú dijiste que no querías saber más de mí y ahora yo también quiero lo mismo. No quiero verte más, no quiero sentirme celoso por tí en cada segundo de mi vida. Así que hagamos lo que quieres y dejemos esta mierda ....

— Noah — murmuro.

Mi corazón se estaba terminando de hacer añicos con cada una de sus palabras.

— Tú lo escribiste y lo voy a cumplir, Katherine — sentencia con firmeza.

Seco mis lágrimas mirando por última vez sus ojos azules. Esa mirada con la que me miraba terminaba de destruirme, pero tenia razón, la que le había pedido que nos alejemos fui yo, soy la que huyó de él con la intención de dejar todo atrás.

— Espero que te recuperes pronto, aunque no quieras escucharme o no me creas, me importa tu salud y estoy preocupada — reconozco al levantarme del sillón que estaba a su lado.

— No deberías, ahora retírate de mi habitación — me pide fríamente.

— Noah — murmuro.

— Vete Katherine. Se feliz con quien quieras y ojalá no volvamos a vernos — declara girando su rostro para no mirarme más.

Salgo de la habitación observándolo por última vez. Esto era una adiós definitivo y sin dudas mi camino junto al suyo no estaban destinados a juntarse, era mejor aceptar la idea que nunca fuimos el uno para el otro.