Capítulo 8.

8.9K 1.3K 202
                                    

Katherine.

No debía dejar que esto me influya, que haga mal y sobre todo que este arruinando mis vacaciones con mis primas.
Noah siempre provocaba lo mismo, la seguridad tan característica en mí, se esfumaba por completo y quería correr a los brazos de mi papá para que me diga que todo estará bien, pero no podía hacerlo, por claros motivos que estábamos muy lejos uno del otro.
Me odio a mi misma por no poder dejar de amarlo, estaba cansada de ser la tonta que sufría por todo, llorar, maldecir y convertirme en una perra con las demás personas cuando él acaba nuevamente conmigo.

Me amo, también a él y si quería superarlo, pasar de una buena vez la página para empezar de nuevo tenía que dejar atrás todo, dolería, lo sé, pero debía armarme más a mí, porque sino siempre terminaría en ese mismo círculo vicioso con Noah.

Lo amo, pero ya no puedo más.

Había pasado una noche fatal, lloré, grité y seguí llorando hasta que me quedé dormida por la madrugada. Cuando desperté mis ojos eran dos bultos rojos que dejaban claro la mala noche que había pasado, sabía que Inzie no vendría a verme hasta por la tarde, porque sabe que necesito mis tiempos para ser más razonable y no una perra que lastima a todos los que se preocupan por ella.

- ¡Voy! - grito al insistente que golpea mi puerta. Acaba de salir de darme un baño y no me había dado tiempo de cambiarme que solo estaba con la bata y una toalla enrollada en mi cabello.

- ¡Jesús, tenía el corazón en la boca, maldita perra! - exclama Malcom exageradamente cuando abro la puerta.

- No quiero hablar con nadie - digo tratando de cerrar, pero mi amigo lo impide.

- No voy hablar, solo te haré compañía - acota cerrando la puerta.

Suspiro resignada, Malcom es la persona más insoportable, sabia que si no lo dejaba entrar, estaría todo el día golpeando la puerta hasta que al fin ceda a su presencia.

- Te jodes si me pasó de perra contigo - le advierto.

- Todos los días eres una perra conmigo, ya estoy acostumbrado - afirma sonriendo.

Mi amigo se sienta en mi cama, mientras vuelvo al baño, pero antes de entrar por completo escuchamos tres golpes en la puerta haciendo que frunza el ceño.

- ¿Es Beltrán? - le pregunto.

- No, estaba trabajando en la habitación del hotel - me responde.

- Si es una de mis primas, dile que no quiero hablar - pido haciendo un mohin.

Malcom se quita su remera y sus shorts para quedar en bóxer, haciendo que niegue la cabeza. No era la primera vez que hacía algo como esto, insinuar que estábamos ocupados teniendo sexo, cuando nunca nos habíamos tocado ni un pelo a nivel sexual.

- Le diré que estamos ocupados - comenta con una sonrisa malvada.

Observo a mi amigo acercarse y cuando abre la puerta, la persona que está parada enfrente de él no es ninguna de mis primas, sus ojos azules llenos de furia se encuentran conmigo provocando que sienta un escalofrío en todo mi cuerpo.

- Noah - musito.

No dice nada, solo me mira con odio y lo veo irse.

- Mierda, ese es Chernobyl - jadea mi amigo cerrando la puerta.

- Debo detenerlo - digo queriendo correr detrás de él, pero Malcom me lo impide.

- Dijiste que lo ibas a dejar, pasar la página - me recuerda.

- No puedo dejarlo ir, no así Malcom - mascullo corriendo al vestidor para ponerme ropa decente.

¡Tonta!

Locura de Amor (4° SAP)Where stories live. Discover now