Capítulo 13.

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Katherine.

¿Por qué me siento de esta forma?

Hace un par de horas había llegado a Alemania, me estaba hospedando en un prestigioso hotel en Berlín, mientras esperaba a que este listo el departamento donde viviré el tiempo que dure mi maestría en negocios internacionales. Se que después de todo esto, era momento de dejar un poco de lado mi vida de viajes para meterme por completo en los negocios familiares y empezar comportarme como una adulto responsable. Me iba a centrar completamente en el trabajo, dejando que mi corazón pueda empezar a olvidarlo, lo amo, pero no quiero una vida así como la que tenemos. Creci en una familia donde nunca faltó el amor, tal vez idealizar una relación como la que tienen mis padres es lo que me hizo aferrarme a Noah de esa forma que ya es enfermiza.

No me hace bien a mí y mucho menos a él.

Se que todo este proceso va a doler de una maldita manera, pero necesito curar mi corazón.

— Señorita — me habla Levent, el hombre que está a cargo de mi seguridad.

Seco mis lágrimas y luego lo miro. — ¿Dime? — consulto.

— Su padre está llegando en una horas — me informa tomándome por sorpresa.

En verdad no me sorprendía, después de todo papá solo vendría a corroborar con sus propios ojos que estaba bien. Se que no me dirá nada, tampoco habrá regaños, solo me abrazaría diciendo que todo pasará y que debía dejar que el tiempo haga lo suyo.

Decidí irme a descansar mientras papá llegaba, tenía no solo un cansancio físico sino que mental. La finalidad de nuestras vacaciones era disfrutar este verano y terminó en menos de una semana dejando todo de lado. Tal vez si mejoraba un poco a nivel sentimental podría unirme a mis primos de nuevo, pero ahora no podía, por eso prefería alejarme para no arruinar nada en el proceso por mi maldita forma de ser.

No quería ser una carga negativa para mis primos, ellos no tenían la culpa de mis tontos sentimientos.

***

No tengo idea de cuántas horas estuve durmiendo, ni siquiera si ya era de noche o de día, tampoco me importaba porque sólo quería dormir hasta que mi pena amorosa doliera menos, pero mis intenciones eran impedidas por alguien que tocaba la punta de mi nariz con fuerza.  Abrí mis ojos para encontrarme con dos clones que me observan con cierta diversión.

— ¿No estaban en Milán? — pregunto sonriendo.

— Ya cumplió con sus contratos con Dolce & Gabbana — me responde Dereck modo abogado.

— Además llegaron comentarios que a nuestra hermana le rompieron el corazón — acota Caleb con su ceño fruncido.

— Esperemos que sea solo eso lo que le rompieron a nuestra hermana — comenta uno de los gemelos provocando que lo golpee con mi almohada más cercana.

¡Si, serán idiotas!

— ¡Loca! — se quejan cuando los golpeó a ambos.

Caleb y Dereck son mis hermanos menores, los clones le digo porque son gemelos exactamente iguales. Ellos tiene viente años, uno estudia abogacía y el otro contaduría, además son modelos de Dolce & Gabbana, como no quieren vivir del dinero de la familia, viven de la belleza propia de toda la genética Meitzner. Ellos son la imagen de la marca italiana.

— Los extrañaba — murmuró abrazandolos a la misma vez.

No los veía desde antes que la primavera finalice, ellos se habían mudado momentáneamente a Milán por sus trabajos además habían conseguido becas en unas prestigiosa universidad para seguir con sus estudios académicos. Papá les había dado un especie de ultimátum, podían ser modelos y todo lo que quieran, pero quería que tengan una carrera universitaria que un futuro pudiera servir para ayudar en todos los negocios que teníamos.

Locura de Amor (4° SAP)Where stories live. Discover now