Capítulo 5.

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Katherine.

Este maldito hotel seguía siendo un caos, había restricciones por todos lados y para completar corrieron a Malcom y Beltrán de aquí porque necesitaban ese piso para los famosos hombres importantes que llegaban a Mykonos. Podríamos irnos, pero mis primas se negaron a cambiarse, la curiosidad era más fuerte cuando querían saber qué clase de hombres llegaban además solo nos faltan tres días para encontrarnos con los chicos en Athenas y ahí habíamos alquilado una gran casa con piscina para divertirse de maravilla. Sin dudas estaban siendo las mejores vacaciones, sobre todo porque no teníamos tanto control de nuestros padres, aunque si sabíamos que había guardaespaldas rondando nuestros pasos, pero eran bastantes respetuosos, tal vez no le contaban todo lo que hacíamos, igual mis padres estaban curados de espanto cuando se trataba de mí o mis hermanos.

— ¿Qué dicen que serán? — inquiere Faith mirando a los hombres de negro que rondaban en el restaurante del hotel.

— Alguna celebridad — acoto encogiendo mis hombros.

— Una banda famosa, eso seguro — afirma Inzie entusiasmada.

— Tal vez son puros políticos — comenta Ellie rodando sus ojos.

— Un jaque árabe, si lo es me voy con él — bromea mi prima haciendo que empecemos a reírnos por su idea.

Empezamos a hablar sobre los por menores de la fiesta de anoche, si que me había ligado un buen griego solo que su belleza no acompañaba su desempeño en lo sexual, así que me llevé una gran decepción y frustración con él desconocido que no recordaba su nombre.
Ellie comentaba que tanto bronceado en los hombres no le gustaba mucho, que prefería una piel blanca y todas nos miramos con complicidad al saber que la descripción hacía referencia a la rata de laboratorio. Ignati no era un feo hombre, todo lo contrario solo que sus conversaciones eran demasiado aburridas y solo mi amiga se reía de sus estúpidos chistes.

— ¿Sigue sin hablarte? — pregunto dando un sorbo a mi café.

— Sí, no se qué le pasa — contesta encogiendo sus hombros. Nosotras pensamos que ella estaba enojada con él por un suceso que había pasado donde Ignati le contó sin anestesia que al parecer la hermanastra de su primo le dió una mamada, pero que no le gustó tanto y que la boca de Ellie era la única que sabía complacerlo, muy romántico el ruso, pero a mí amiga no le gustó mucho. Después se dejaron de hablar, ella asegura que es porque se olvidó de su cumpleaños, que al estar perdida en una colección para su marca de ropa no se dió cuenta de la fecha, bueno en fin, creo que había un largo malentendido entre ambos.

— Ignati es raro — comenta Faith rodando sus ojos.

— Siempre lo fue — afirma Inzie.

— Es que nadie lo entiende — justifica Ellie haciendo que las tres pongamos nuestros ojos en blanco.

— Señoritas — nos interrumpe el señor de la recepción del hotel.

— ¿Sí? — cuestiona Faith.

— Está noche el hotel hará una fiesta, estás son sus invitaciones — dice entregando a cada una fina caja negra con un gran lazo blanco.

Se retira dejándonos confundidas, pero cada una empezó a abrir su caja para encontrarnos con la invitación y un antifaz, el mío era gris plata, Inzie tenía uno dorado, Ellie verde oscuro y Faith uno negro.

— Amo los antifaces — dice mi prima probando el suyo.

— Este verde es mi color favorito — acota Ellie mirando el suyo con una gran sonrisa.

— La fiesta es hoy y no tengo nada que ponerme. No traje vestido de fiesta — habla Faith alterada.

— Debemos comprar vestidos, unos muy sexys porque estoy segura que los huéspedes importantes estarán presentes en esta fiesta — afirmo.

Locura de Amor (4° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora