Capítulo 45

6.3K 715 54
                                    

Nota de la autora: He llegado con nueva actualización :D gracias por su paciencia. Paso a informarles que, por si no sabían, tengo otro fic de pintor nocturno omegaverse y un trabajo original de ficción titulado MATELOTAGE que también es omegaverse. Por si les gusta mi trabajo y les interesa checarlos.

Disfruten!!

_____________________________________

La noche en el pueblo, acompañada de los animosos sonidos de los grillos y los búhos que habitaban los alrededores del bosque, bajo esas circunstancias le parecía aterradora. Por primera vez en dos años, Jungwoo había dormido en la habitación de su padre. Pero no por petición propia. Era Bum quien necesitaba el consuelo de su compañía. 

El crujir de las ramas de los árboles fuera de la casa, y de la madera de los muebles y las paredes que los envolvían, despertaban los sentidos de alerta del omega, quien intentaba no aferrarse al pequeño para no despertarlo y espantarle el sueño. Tenía que aguantar, tenía que sobrellevar esa, y las futuras noches que se avecinaban al menos hasta que Seungbae regresara al pueblo por ellos. 

Intentó recordar cómo lo había hecho en aquellos tiempos, cuando los acontecimientos estaban frescos y toda la atención de la policía se había concentrado en él, el bebé y Oh Sangwoo. En ese entonces los terrores nocturnos lo mantenían despierto y alerta constantemente, por lo que se ocupaba arrullando y atendiendo a su recién nacido. Era su escape. Una pequeña luz en medio de la abrazadora oscuridad que amenazaba con consumirlo. Y en esos momentos, Jungwoo volvía a ser lo único que lo mantenía en su sano juicio. 

Así transcurrió la noche. Sin poder conciliar el sueño totalmente, en duermevela hasta que los gorriones comenzaban a trinar, anunciando el inicio de la mañana y la luz del sol se colaba a través de los pliegues de las cortinas blancas de su habitación. Jungwoo, en cambio, dormía plácidamente. Su rostro no denotaba ningún signo de angustia ni de preocupación. Qué envidia ser niño, ajeno al caos del mundo de los adultos a su alrededor. Ajeno al oscuro pasado de sus progenitores, y ajeno al peligro que siempre los acecharía mientras Oh Sangwoo aún estuviese prófugo. 

A su lado, Bum examinó su pequeño rostro, y sus pequeñas manos. ¿Sería que Oh Sangwoo se veía así de niño también? A su mente llegó el vago recuerdo del tiempo que pasó junto a él antes y durante el embarazo. Por más que intentó trabajar ciertas cosas en la terapia a la que finalmente había dejado de ir, no podía deshacerse de la idea de que, tal vez, sólo tal vez, las cosas habrían podido ser muy diferentes. Y si en un mundo paralelo se hubieran conocido en circunstancias diferentes, existía la infinitésima posibilidad de que ellos realmente pudieran haber formado una familia normal. 

Se estremeció. 

-- No, no, no... No. Estos pensamientos... no son buenos. Es el síndrome del que te habló la psicóloga... -- Se dijo a sí mismo, incorporándose en la cama. 

El resto de la mañana poca diferencia tuvo con un día normal. Preparó el desayuno, comieron juntos, bañó y vistió a Jungwoo para la escuela, etcétera. Por supuesto que el tema en boca del pueblo era aquél depredador que había intentado llevarse a su hijo. Pero en parte, también el ataque aparentemente irracional de Seungbae hacia el tal Choi Hanwon. La tranquilidad con la que habían estado viviendo hasta ese momento pendía de una cuerda floja. 

Las ajummas que se encontraron de camino a la escuela trataban de entablar conversación con Bum, pero éste se excusaba y apresuraba el paso con su niño de la mano.

-- ¡Adiós Ajumma! -- Exclamaba el pequeño, agitando su manita hacia las mujeres que dejaban atrás.

-- Pobre muchacho -- Las escuchaba decir -- Encima de Omega es padre soltero, y le pasan estas cosas. Vaya suerte que tiene...

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONWhere stories live. Discover now