Capítulo 24

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-- ¡YA PASARON MÁS DE TRES DÍAS! ¡Mi hija podría estar siendo llevada lejos en este momento y es su puto trabajo encontrarla!

La mujer gritaba histérica, agitando los puños sobre el escritorio del oficial. Seungbae se limitaba a mirar de reojo, mientras abría una lata de café. Era casi satisfactorio ver a sus superiores teniendo que manejar esas situaciones. La mujer amenazaba con explotar violentamente contra el oficial Kang. Todos los demás observaban de igual manera esperando a intervenir en caso de que fuera necesario. Sea como fuese, tenía que salir a patrullar. Como todos los días. Y patrullar para él, significaba seguir investigando. Apresuró el contenido de la lata, pero la dejó a la mitad, antes de colocarse la placa en el bolsillo de su pantalón y de salir de la estación.

-- Min Ji Eun... --Murmuró

En su teléfono había guardado el contacto que la otra muchacha le había proporcionado. Los caminos comenzaban a abrirse. Dentro de la patrulla, el oficial marcó, seguido del beep de espera y el correo de voz.  Jovial, femenina. 

"Hola! Soy Ji Eun. Deja tu mensaje y me comunicaré contigo" versaba

Teléfono apagado. O en modo avión. A propósito había esperado hasta ese día para comenzar a buscarla. Domingo. Era el día en que la jovencita debería de estar atendiendo al taller de la universidad que le había mencionado la otra muchacha. Aunque desde antes había intentado llamar varias veces al mismo número siempre con el mismo resultado. No creía que fuese razón suficiente para alarmarse. Los jóvenes podían ser impredecibles. Él también había sido así. Podía haber perdido el teléfono, una falla en el sistema. Cualquier cosa. Estaba casi seguro de que si Oh Sangwoo en verdad era un asesino, no podría ser tan descuidado como para herir a una persona cercana a él socialmente. 

Se estacionó en el mismo lugar donde lo había hecho días atrás y caminó en busca del aula donde se impartía el dichoso taller. Tuvo que preguntar varias veces por direcciones. El campus era inmenso y seguramente aún no había recorrido ni una cuarta parte.

Tocó la puerta. En la parte superior figuraba el letrero metálico "Taller de dibujo"

 Una mujer mayor abrió. Tenía el cabello canoso recogido desordenadamente y manchas de grafito en el delantal blanco. En la mano cargaba con un pañuelo igualmente manchado. Las voces del interior de la habitación se intensificaron. 

-- ¿Puedo ayudarle en algo? -- Inquirió la señora, sin salir completamente de su salón.

-- ¿Usted es la profesora titular del taller? -- Replicó el oficial, repitiendo el ritual de mostrar su placa mientras hablaban. 

La mujer guardó silencio, su mirada se tornó grave y cerró la puerta suavemente, como si no quisiera que los alumnos se enteraran de que había salido, quedando frente a Seungbae.

-- ...Mire, ya les dije todo lo que sé. --Se rascó la cabeza-- La joven no se ha aparecido por aquí desde hace tiempo. La última vez que vino fue el último domingo antes de que su clase partiera a Australia. 

-- ¿La Joven? 

-- Sí, la jovencita Ji Eun... ¿No viene usted por eso?

-- ¿Alguien más ya vino a preguntar sobre ella? -- Frunció el ceño

-- Otros policías como usted. 

Sospechoso. Definitivamente sospechoso. Él ni siquiera había comenzado por mencionar la razón de su visita y la mujer había asumido correctamente. Pero si la policía ya había ido de visita por la muchacha, entonces...

-- Pero... Una conocida de Min Ji Eun ha declarado que ella fue una de las únicas personas que no fue a ese viaje. -- Señaló

-- Lo mismo escuché de los otros agentes -- Continuó la señora-- Me comuniqué con el profesor que monitoreó el viaje y nos confirmó que ella había perdido el autobús del aeropuerto por cuenta propia. Sus otros compañeros nos dijeron lo mismo cuando regresaron hace poco  --Se limpió las manos con el pedazo de tela-- Pero yo la vi el martes en la parada del autobús. Apenas días antes de que nos enteráramos que estaba desaparecida. En mi opinión, usó el viaje como excusa para evitar sus responsabilidades en la universidad. Muchos jóvenes hacen cosas similares. No me extrañaría que haya huido con su novio.

Usó todas sus fuerzas para no evidenciar su reacción al escuchar la palabra "Desaparecida" Eso no podía ser coincidencia. Decidió seguirle la corriente a la mujer, que claramente pensaba que él ya estaba al tanto de ciertas cosas.

-- ¿Dijo usted, novio? Otras fuentes nos informaron que no tenía relaciones serias al momento de su desaparición...

-- Novio o lo que sea. Me parece que salía mucho con un tal Sangwoo. Ya se lo dije a los oficiales que vinieron antes. No sé por qué mandaron a otro policía. -- Chistó con los dientes, evidentemente fastidiada-- Tengo que seguir con mi taller. ¿Se le ofrece algo más?

-- ...No... no. Muchas gracias. Le ofrezco una disculpa. Ya tenemos todo lo que necesitamos -- Dijo, excusándose con la gorra hacia abajo.

-- Sí claro, eso dijeron la primera vez -- Escuchó a la profesora murmurar, cuando él ya se había dado la vuelta.

Estaba casi seguro de que Oh Sangwoo había causado su desaparición. Aunque por momentos dudaba. Pensaba que también era posible que la muchacha fuese cómplice a juzgar por las descripciones que la gente hacía sobre su relación y sus interacciones. Como él lo seguía pensando, no sería inteligente dañar a una de sus conocidas más cercanas, y un asesino serial lo sabría. En ese caso, ¿Qué papel jugaba aquél omega embarazado que había visto en el centro comercial ese día? La posibilidad de que fuese, en efecto, primo de Oh Sangwoo había quedado descartada luego de haber visto su historial familiar el día que había pedido los archivos del caso de sus padres. ¿Otro cómplice? Posible, pero no probable. ¿Su pareja? Misma situación. Esperando un hijo o no, ese omega no estaba marcado la vez que se topó con él. Se veía perturbado y asustado. De ahí que haya pensado que lo estaban persiguiendo en esa ocasión. 

Lo último que le quedaba por examinar eran sus cercanías. Tal vez hacer preguntas a sus vecinos, a la gente que frecuentaba los mismos lares. En la patrulla se dirigió al lugar en donde él y el ex oficial Park habían atrapado al entonces menudo omega entrando a la residencia de Oh Sangwoo. Y de pronto se preguntó, ¿Por qué el señor Park no había notado que en los registros familiares de éste no figuraba el nombre de ningún otro familiar? Cuando había hablado con Oh Sangwoo y le había dicho que habían visto a su primo en su casa, tampoco parecía haber recordado ese detalle. Supuso que por su edad y por la antigüedad del asesinato de la pareja, simplemente habría olvidado ciertas cosas. 

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONWhere stories live. Discover now