Capítulo 50

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Durante el recorrido hacia su casa, el incómodo silencio había sido apaciguado por las indiscretas y animosas preguntas de Jungwoo hacia Hanwon. 

"¿Vives con tu abuela? ¿Dónde están tus padres? ¿Por qué tu cabello es tan corto?" Enunciaba el infante, mientras toqueteaba el tablero y los objetos a la vista dentro del auto de aquél hombre. Bum, apenado, no tenía manera de detener el incesante torrente del pequeño y se limitaba a llamarle la atención y dirigir miradas apologéticas a Hanwon, quien simplemente reía ante la situación. Y encima de todo, había respondido a todas esas preguntas evidentemente entretenido. A raíz de la pregunta del cabello, éste le había contado sobre el servicio militar y todas las cosas que ahí se aprendían, por lo que el infante lo miraba asombrado.

Al poco tiempo de haber llegado al domicilio, mientras el omega intentaba desviar la atención de su pequeño para que dejara de hacer preguntas y permitiera que Hanwon se retirase, fue la imperiosa insistencia de Jungwoo lo que hizo que Bum cediera a su petición para que Choi Hanwon permaneciera con ellos hasta tarde para jugar con él. "Oh, no hay prisa, tengo tiempo libre, por eso me ofrecí para llevarlos a ustedes y al profesor Kim a casa" Contestó el mentado cuando Bum había mencionado cuán ocupado estaba el señor Choi, fracasando en su intento por persuadir a su hijo.

Dudoso aún por influencia de las sospechas iniciales que había sostenido hacia él, pero relativamente más calmado, observaba desde la cocina mientras preparaba la comida, cómo Jungwoo apuntaba con el arma de juguete hacia Choi, y cómo éste fingía caer abatido por los minúsculos proyectiles de goma que rebotaban sobre su fornido cuerpo, quedando prendados de los pliegues de su ropa. Además, el espíritu inocente de Jungwoo era suficiente para desinhibirlo de cualquier tipo de jerarquía social, pues con gran ánimo se lanzaba hacia el hombre para balancearse de sus fuertes brazos como un pequeño lémur que reía a carcajadas mientras Hanwon le seguía el juego, y lo levantaba en el aire para lanzarlo y atraparlo alegremente, una y otra vez. Pronto Bum terminaría de cocinar, y ahora se debatía entre invitarlo a comer o pedirle que se retirase. Sin embargo, ésta última opción le parecía sumamente descortés cuando el Beta había utilizado su valioso tiempo libre para entretener a Jungwoo y jugar con él --Sin contar además que se había portado tan amablemente, llevándolos a casa y contestando a todas las preguntas del pequeño sin chistar, y sin mostrar atisbo de fastidio alguno--  Así que se inclinaba por invitarlo por compromiso, pero esperaba que el hombre declinara la invitación. "Seguramente su abuela lo estará esperando para comer juntos" Pensó Bum para sí mismo.

A un costado del patio, sobre el camino hacia el pueblo y a un lado de la camioneta de Hanwon, llamó la atención de Bum la presencia de un par de mujeres que reconoció como las madres de uno de los compañeros de Jungwoo en el Jardín de niños. No obstante, no había intercambiado muchas palabras con ambas así que no las conocía bien. Ellas se habían detenido a mirar la escena de su hijo y Choi Hanwon mientras seguían jugando enérgicamente en su patio. Aparentemente, una acción inofensiva, pero pudo notar que la expresión de las mujeres era no otra que de estupefacción y asombro. Se miraban entre ellas y volvían sus ojos a ambos. 

Bum, al ver esto, movido por la curiosidad y la extrañeza que le causó aquella reacción, se lavó las manos para quitar el aroma a cebolla y ajo, dejando la tabla de picar atrás aún con los vegetales a medio cortar, y salió de la casa, pasando de largo de Jungwoo y Choi, quienes parecían no haberse percatado de las espectadoras, para llegar hasta ellas, con una cálida sonrisa que esperó fuera tomada como algún tipo de invitación para iniciar una conversación.

-- Uhm... Buenas tardes -- Dijo él tímidamente, dirigiéndoles una pequeña reverencia, que fue respondida en la misma manera por ellas -- ¿Les puedo ayudar en algo? 

-- Buenas tardes, Yoon Bum-Ssi -- Contestó una de ellas --No se preocupe, sólo pasábamos por aquí y nos distrajimos un poco... Es bueno ver que se involucra más con la gente del pueblo. Pensábamos que después de lo que pasó, sería aún más difícil comunicarnos con usted.

-- Ah, ¿Es así? -- Replicó el omega, volteando a mirar junto con ellas a los dos que aún jugaban sin preocupaciones.

-- Sí, pero al ver que se lleva bien con el nieto de la señora Choi, creo que era de esperarse. Después de todo, él salvó a Jungwoo...

-- Supongo que sí... -- Bum notaba un tinte de distracción en las voces de las mujeres, el cual no le dio buena espina -- ¿Es tan raro entonces verlo jugar con mi hijo? ¿O por qué... parecen tan sorprendidas?

El semblante de ambas cambió, y su incomodidad ante la pregunta se hizo evidente, pero después de una pausa que pareció eterna, su pregunta recibió resupuesta.

-- Yoon Bum-Ssi, la verdad es que... -- Comenzó a hablar -- ¿No cree que Jungwoo y Choi Hanwon se parecen... un poco?

El mentado quedó enmudecido, sin saber cómo contestar.

-- Vamos, cariño. Las cosas como son -- Intervino la otra mujer -- Mucho, se parecen mucho. Honestamente, no somos las únicas en el pueblo que lo han notado. 

Su pareja la haló del brazo, llamándole la atención.

-- No lo digas así, suenas muy grosera -- Dijo ella -- Yoon Bum-Ssi, ignórenos. Sólo es que nos causa un poco de curiosidad. No le estamos pidiendo explicaciones ni nada por el estilo. ¿Está bien? Cualquier asunto relacionado a su vida privada no le incumbe a nadie más. Así que no le dé importancia a esos rumores.

Bum aún seguía sin poder identificar exactamente qué estaban sugiriendo con aquellas palabras. Volvió a mirar a Jungwoo, quien se mantenía arremetiendo contra Choi Hanwon con su arma de juguete y sus dos pequeños brazos aferrándose a sus rodillas para hacerlo caer. Una inquietud desagradable comenzó a crecer dentro de él. Era como si Choi estuviese jugando con una versión miniatura de sí mismo. Incluso parecían tener la misma energía interminable. "Es  una coincidencia, nada más" pensó.

-- Bueno... admito que -- Musitó al fin, en un hilo de voz temblorosa -- Se parecen... bastante

-- Yoon Bum-Ssi, prometemos no decir a nadie -- Dijo la mujer más insolente y la que a la vez, más interés demostraba en el asunto -- ¿Es Choi Hanwon el padre del pequeño?

-- ¡Cariño, es suficiente! -- Exclamó la otra, sujetándola de la muñeca -- Lo siento tanto, nos iremos enseguida. Por favor ignore lo que acaba de decir mi esposa, es una tontería. No hay manera de que eso sea verdad. Él está saliendo con el oficial Yang, por eso siempre los viene a visitar, ¿No es así?

-- Y-yo... -- Dudó por un momento, juntando todo su coraje para no levantar la voz. No quería llamar la atención de su hijo. Pero tampoco sabía si aclarar las cosas con ellas fuese a terminar por ser perjudicial para su situación. Seguía siendo parte del programa de víctimas protegidas, no podía permitirse hablar de más ni por equivocación. Decirles algo, cualquier cosa, era una garantía de que llegaría a oídos de todo el pueblo tarde o temprano -- Yo jamás había conocido a la familia Choi en mi vida. El incidente de aquél día fue la primera vez que nos conocimos.

-- ¿Lo ves? ¡Es una coincidencia! -- Indicó la mujer más sensata a la otra -- Te lo dije. A todos les gusta crear rumores por todo. 

La mentada chistó con los dientes.

-- El padre de Jungwoo... viaja mucho y usualmente se queda en Seúl. Pero es amigo del oficial Yang, y por eso cuando pasa por el pueblo nos viene a visitar. Sólo somos conocidos él y yo...

Decir aquella mentira le dolió profundamente. En más de un sentido. Pero de esa manera tal vez lo dejarían en paz con el asunto. 

-- Oh, no no no. No tenía por qué darnos ninguna explicación. Lo siento muchísimo si se sintió obligado a hacerlo. Nos iremos de inmediato, lamento que mi esposa lo haya molestado con sus preguntas tontas -- Se excusó la mujer haciendo un número incontable de pequeñas y apologéticas reverencias, mientras apenada, iniciaba la caminata por el sendero, jalando a su esposa quien parecía decepcionada ante la simple explicación que les había dado. Bum no se molestó en decir nada mas. 

Cuando se comenzaron a alejar y pudo por fin controlar los sentimientos de angustia y frustración que el encuentro había generado en él, viró su cuerpo hacia su casa, para encontrarse con un Choi Hanwon cargaba en brazos a Jungwoo, y que ambos lo miraban con una animosa sonrisa de oreja a oreja, bañados en sudor y cubiertos en pasto, con municiones naranjas desperdigadas sobre el suelo a su alrededor. 

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz