21. Gemelos

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Estar un año en el extranjero había sido un impulso de idiotez por parte de Shen Jiu que no admitiría en su vida, pero al menos había aprendido mucho en cuestión de comercio y negociación por lo que no fue una pérdida de tiempo.

Realizar prácticas y trabajar en una de las filiales de Qiong Ding hubiera sido una experiencia perfecta para el hijo mayor de los Shen si no hubiera tenido a Yue Qi  siguiéndolo a todos lados cual perrito faldero. A pesar de que la relación de  ambos había mejorado en los últimos años, Shen Jiu no pasaba por alto que Yue Qi tenía por él un sentimiento más fuerte y profundo que la simple amistad o camaderia, pero podía ignorar ese hecho mientras que el mayor no lo pusiera en palabras.

Dejando de lado el insufrible acoso de Yue Qi, la experiencia de Shen Jiu en el extranjero podía llamarse como buena, pero sin duda no volvería a trabajar para el Grupo Qiong Ding. Después de todo, era el heredero del Grupo Qing Jing y ahora que había regresado a casa, su primera misión seria hacer que Shen Yuan dejara de enseñar en el Instituto Cang Qiong y se uniera a él para manejar juntos la empresa de sus padres.

Mientras que su mente trabajaba en formas de convencer a su hermano  para que renunciara a su puesto como maestro en Cang Qiong, Shen Jiu había salido por las grandes puertas de cristal del aeropuerto internacional.

La sorpresa se reflejo en su rostro al ver a la última persona que esperaba encontrarse ese día. Como si hubieran despertando de un largo letargo, su Omega y Alfa interior aullaron de emoción al percibir la leve fragancia familiar que habían añorado por todo un año.

Shen Jiu tenia sentimientos encontrados.

Liu QingGe era la principal razón por la que siguió ese impulso de idiotez  para irse al extranjero. Shen Jiu no entendía de todo los sentimientos que tenia por el contrario, su compañía no le desagradaba a pesar de que fuera un Alfa y uno dominante,  sin mencionar que la sutil fragancia que desprendía del contrario era sumamente agradable.

Shen Jiu se sentía seguro y tranquilo cuando estaba a lado de Liu QingGe, se creía capaz de bajar un poco la guardia y pensaba que ambos se complementaban muy bien tanto en fuerza como en inteligencia. Lo que carecía uno, el otro lo podía complementar.  Sus personalidades podían chocar, los dos eran muy tercos y no sabían expresar sentimientos, pero podían deducir lo que el otro pensaba y sabían cuando el otro necesitaba espacio.

Shen Jiu podía decir que había formado una gran amistad con Liu QingGe, pero nunca lo admitiría enfrente de otros y menos cuando Shen Yuan entro en la ecuación.

El menor era un pequeño rayo de sol andante y Shen Jiu agradecía que  se hubiera metido a la fuerza en su vida y en su corazón. Gracias a Shen Yuan había conocido el concepto de familia y amistad, aunque para eso Shen Yuan había puesto en riesgo su propia vida, pero eran momentos que Shen Jiu no deseaba recordar ya que aún tenía muy presente el dolor de todas la veces que tuvo que donar médula osea para el menor.

Mientras Shen Yuan estaba en tratamiento en Qian Cao,  Shen Jiu lo visitaba regularmente y en la mayoría de las ocasiones Liu QingGe lo acompañaba, fue asi que comenzó a surgir una amistad entre su hermano y su amigo. Con el tiempo Shen Jiu no tardó en notar que ambos se volvía más cercanos y poco a  poco comenzó a sentirse un poco excluido.

Fue ahí que la relación de Shen Jiu con Yue Qi se volvió más estable, por decirlo de alguna manera y Shen Jiu nunca lo admitiría, pero disfrutaba de cierta forma que Liu QingGe se comporta cortante y hostil hacia Yue Qi, pero al mismo tiempo Liu QingGe era más cercano a Shen Yuan, quien parecía su confidente.

Quizá fue ahí que los sentimientos de Shen Jiu hacia Liu QingGe se volvieron confusos. Verlo tan cerca de su hermano lo irritaba de sobre manera. Detestaba verlos juntos, pero lo que más odiaba Shen Jiu era que Liu QingGe mostraba expresiones con Shen Yuan que nunca hacia enfrente de él. Su corazón dolía cuando entraba a un habitación y Liu QingGe guardaba silencio, apenas conciente del leve tono rosado de sus mejillas, mientras Shen Yuan contenía la risa.

Orgullo y PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora