36. Para siempre ~Primera Parte~

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Capítulo dedicado a quienes tienen el corazón roto~ ಥ_ಥ
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Un grupo de secretarias conversaban animadamente durante su descanso de la tarde mientras bebían una taza de café.

La charla giraba en torno al apuesto hombre sentado en la sala de espera desde hace media hora, cuya aura  irradiaba  una fuerte presencia en aquel lugar, robando la mirada de todo el que pasara.

--Dejando  a un lado  el fino traje sastre hecho a la medida, estoy segura que ese hombre es un Alfa -- comento una de las secretarias escondiéndo su expresión detrás de su taza de café --. Solo basta una mirada para estar segura de ello.

--¿Que pasa con esos estereotipos del siglo pasado? -- se burló en respuesta otra secretaria--. Ningún cliente de nuestro bufete a sido nunca un Alfa, esas bestias nunca contratarían a un Omega o Betas para representarlos en la corte o tribuna.

--A-Ling tiene razón, ambas hemos trabajado al lado del señor Shen desde que abrió este bufete de abogados hace 5 años junto con el Señor Gongyi, y en ningún momento hemos tenido un cliente Alfa --explico una tercera secretaria con una leve sonrisa --. Nuestros clientes son en su mayoría Omegas o Betas.

--Pues siempre hay una primera vez -- sonríe con arrogancia la primer secretaria preparando una taza de café y poniéndola sobre una bandeja --. Y ya sea que se trate de un cliente o no, para nada puedo perder esta oportunidad  de conocer a un hombre cómo aquél.

--¡Tú!

La primer secretaria ignoro las protestas de sus compañeras. Tenía dos años trabajando en ese pequeño, pero exitoso bufete de abogados. En un inicio estaba emocionada de trabajar en ese lugar con la idea de poder conocer a un adinerado Alfa, pero su desilusión fue mayor al percatarse en qué la mayoría de los colaboradores y clientes eran Omegas al igual que ella.

El único prospecto decente en aquel lugar era Gongyi Xiao, quien a pesar de ser un Beta era la mano derecha y socio del Señor Shen, pero demasiado denso para percatarse de su coqueteos e insinuaciones.

Ahora, tenía la oportunidad de su vida y no la iba a desaprovechar.  Debido a que había inhibidores de aromas en el lugar,  alzó un poco de más su falda mientras se dirigía a la sala de espera.  Mostrando un escote generoso  y habiendo recogido su larga cabellera en un moño alto para dejar  a la vista su delicado cuello, dejo la la bandeja que llevaba en sus manos sobre la pequeña mesita que había delante de aquella perfección de hombre.

--Mis más sinceras disculpas,  pero el Señor Shen aún tardará alrededor de otra media hora en llegar -- menciono la secretaria con un tono de voz dulce, junto con una ligera sonrisa coqueta en sus labios --. Así que me  tome la libertad de prepararle una taza de café, espero sea de su agrado.

--Al contrario, lamento que se tomará la molestía -- respondió cortésmente  aquel adonis con una expresión neutra en su rostro --. Después de todo he venido sin una cita previa, no me molesta esperar el tiempo que sea necesario.

--Pero usted es nuestro querido cliente,  lo menos que puedo hacer es ofrecerle está taza de café -- replicó la secretaria con una fingida timidez --. Si hay algo más, cualquier cosa, en qué pueda ayudarle  no dude en pedírmelo. Con gusto lo atenderé.

--Lo tendré en cuenta, gracias -- una sonrisa de negocios se  instaló en aquel par de labios perfectos al igual que su dueño.

La secretaria sé  sonrojo levemente y abrió la boca para agregar algo más, cuando la puerta del despacho se abrió dejando entrar a una radiante chica, que en comparación de la descarada secretaria,   parecía la inocencia encarnada.

Orgullo y PrejuicioWhere stories live. Discover now