24.1 Despertar

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Etéreo, inalcanzable, una belleza que sin duda había descendido de los cielos.

Las pristinas túnicas de verde jade,  envolvían el delicado cuerpo con una elegancia y porte inimaginables.  La suave y blanca piel como porcelana, en contraste con  la larga y brillante cabellera negra como la noche, resaltaban el tono rosado de los redondos y  provocativos labios.

Shen Yuan cubrió su rostro avergonzado con  el confiable abanico de mano que era parte de su vestuario, pensando que de esa manera sus estudiantes  entenderían que lo estaban  incómodando al observarlo tan intensamente, pero en contra de sus  expectativas, una expresión de sorpresa escapó de las bocas de los jóvenes, quienes rápidamente comenzaron a tomar fotografías con sus móviles.

--¡Sin duda alguna, el Maestro Shen es una belleza inmortal!

--¡ Un Dios descendido del cielo !

-- Solo somos sucios mortales, ¿Cómo podemos ser dignos de apreciar semejante belleza?

Shen Yuan agradeció internamente tener ese abanico a la mano, ya que estaba seguro  que su rostro estaba más rojo que un tomate. ¿Dónde habían aprendido sus alumnos a decir semejantes palabras? La juventud de esos días estaba fuera de control.

Aunque todos los presentes no paraban de alabar la "magnificencia de su  ser", Shen Yuan se sorprendió al no escuchar la voz de Luo BingHe, por lo que lo busco con la mirada, aún cubriendo su rostro.

Rápidamente sus ojos se toparon con la brillante, pero avergonzada mirada del pequeño Alfa. Las mejillas de Luo BingHe estaban teñidas de un tierno tono rosado y su boca estaba ligeramente abierta, dándole una expresión adorable.

El menor era el protagonista de la historia, por lo que su "uniforme/vestuario de joven cultivador" era ligeramente diferente y más llamativo que el de los demás -eso sin contar el traje del  propio Shen Yuan, que  como "Shizun"  del protagonista, debía lucir mejor que sus "jóvenes discípulos -. El hanfu de un blanco puro, con  cuellos y puños de un verde  olivo, lucía de maravilla en el joven cuerpo de Luo BingHe, quien a su vez usaba una peluca de peinado de coleta alta y una espada de utilería sujetada a su cintura.

La imagen era la de un joven espadachín de la era Tang, por lo que Shen Yuan como un ferviente amante de las novelas de estilo Xianxia y Wuxia, asintió complacido con la caracterización.

--Ning YingYing --llamo Shen Yuan, dejando de cubrirse el rostro.

--Necesita algo...¿Shizun? -- respondió la Omega con una brillante sonrisa. Un grupo de estudiantes contuvo un grito de emoción ante la palabra "Shizun".

Shen Yuan se aclaró la garganta y pretendió no escuchar nada.

-- Solo quiero felicitarte, el trabajo que has hecho con el vestuario de tus compañeros y el mío es, en pocas palabras, perfecto --una sonrisa llena de orgullo se instaló en sus labios--. Sin duda tienes un gran talento.

El rostro de la menor se sonrojo, pero sonrió aún más ampliamente antes de negar con la cabeza.

--Está Ning-er agradece las palabras de Shizun, pero el esfuerzo no fue solo mío. Tuve mucha ayuda de mis compañeros.

--Lo se, pero también se que tú fuiste quien más empeño y esmero puso en la elaboración de los trajes que usamos BingHe y yo.

Tras la palabras de Shen Yuan, los alumnos comenzaron a felicitar y agradecer a Ning YingYing por permitirles presenciar la imagen de la perfección encarnada que era su Maestro de Literatura e Historia.

--Es suficiente, aún no emos presentado la obra, por lo que dejemos la felicitaciones para más tarde --la voz suave y clara de Liu MingYan se alzó entre el murmullo de voces--. Debemos de  revisar los últimos detalles, en 30 minutos salimos a escena.

Orgullo y PrejuicioOnde histórias criam vida. Descubra agora