1. Dulces

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Escondió su rostro en su bufanda y siguió caminando

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Escondió su rostro en su bufanda y siguió caminando. ¿Dónde estaba? ¿Dónde se había metido? En sus manos tenía una pequeña bolsita con bombones del centro que había comprado hace unos días para ella pero no sentía que era correcto que los comiera sola, había alguien a quien agradecerle. Hoy habían tenido un día horrible. A pesar de salvar a Eren con éxito, muchos de sus compañeros habían muerto en batalla y la angustia y culpa no eran sensaciones que podría olvidar o intentar que desaparecieran por un largo tiempo. Cerró fuertemente sus ojos al recordar cómo en un ataque de impulso, el capitán Levi al detenerla, había lastimado su pierna siendo incapaz de moverse con agilidad.

Ni siquiera había sido capaz de disculparse y eso la avergonzaba.

Su paso se volvió cada vez más lento hasta detenerse cuando lo vió sentado en el tercer escalón. La luz del faro iluminaba perfectamente su perfil y reflejaba a la perfección su sentir. Sus ojos se encontraban apagados, y su mirada solo refleja el mismo sentir que ella. Culpa. Impotencia. Angustia. Desesperanza. Enojo. Pero sobre todo en sus ojos se reflejaba el miedo a la soledad, en miedo a perder a sus seres queridos y el miedo de nunca poder encontrar la libertad.

¿Debería...?

No. Era un mal momento para hablar en este momento. Seguramente estaba de luto por la muerte de su escuadrón y lo más probable era que su rostro era lo último que quería ver en este minuto. Con pasos lentos, dió una media vuelta y suspiró. Se sentía egoísta y desconsiderada al venir a verlo después de su actuar el día de hoy.

—Ackerman. – sintió todo su cuerpo dar un leve brinco al oír su voz. Sonaba más ronca que de costumbre. Mikasa volvió a dirigir sus pasos hacia donde se encontraba él. Su llamado había sonado una especie de reto a su cobardía.

—Capitán. –saludó haciendo un gesto de reverencia con su cabeza. – Venía a disculparme con mi actuar de hoy. Fue imprudente e irresponsable y yo...

—¿Qué tienes escondido detrás de tu espalda?

Mikasa abrió sus ojos y sus piernas comenzaron a moverse de forma nerviosa. A pesar de que su trotro se mantuviera sereno, se sentía incómoda y nerviosa al explicarle que tenía algo que darle.

—Tengo algo que darle. – sin pensarlo más mostró lo que traía en sus manos. Intentó verse lo más natural posible al lanzarle el objeto en cuestión a su capitán quien lo agarró sin problema alguno. Levi tenía muy buenos reflejos.

—¿Esto que es? – arrugó su nariz al tocar con curiosidad la pequeña bolsa.

—Dulces, señor.

—¿Dulces? – alzó una ceja y fijó su vista en la menor. – ¿A las tétricas les gustan los dulces?

Mikasa carraspeo molesta.

—Eso era todo lo que tenía que decir. Con su permiso...

Antes de poder voltearse la voz de su capitán la detuvo.

—¿Quieres unos? – la azabache lo miró con su ceño fruncido pero aún así asintió y se sentó a su lado. – En lo personal no me gustan los dulces. – no lo golpees, no lo golpees – pero agradezco el gesto. Están ricos, gracias.

—De nada y gracias.

Ese gracias era mucho más profundo que simplemente mostrarse agradecida por compartir unas pocas golosinas. Hoy el capitán la había salvado de ser aplastada por la mano de esa titán y aunque Mikasa no fuera buena en las palabras, Levi comprendió a qué se refería.

—No puedo permitir perder a una de las mejores soldados de la legión. No lo tomes personal, mocosa. – su mano extendía la pequeña bolsa y Mikasa sacó otro caramelo. — Seguramente si tuviera tu edad, habría actuado de la misma forma para proteger a mis seres queridos.

Lo miró sorprendida. No pensó que el capitán tuviera la capacidad de sentir empatía (o sentir algo en lo absoluto.) Levi al sentir los ojos de la adolecente encima de él le devolvió la mirada. Su rostro se encontraba como habitualmente lo hacía. Serio. Completamente serio. Jamás había comprendido cuando Armin le hablaba del miedo y nerviosismo que sentía cada vez que su superior lo miraba directamente a él o lo mandaba a acatar una orden en específico. Ahora lo entendía completamente. Sus ojos eran intensos y te hacían querer huir y voltear la mirada pero ella resistió.

—Eso no quiere decir que voy a tolerar tus reacciones desproporcionadas e irracionales. — con su mano le dió un leve golpe en la frente a la azabache la cual hizo un leve quejido al respecto. La había asustado.

La joven agachó su cabeza y hundió su rostro entre sus piernas. A pesar de todo se sentía avergonzada y él lo notó. Dió un suspiro pesado y habló.

—Gracias por los dulces, mocos...

—Ya me habías agradecido. — interrumpió.

—Ya lo sé. — espetó molesto. — ¿Tienes un problema que lo haga de nuevo?

Mikasa negó levemente.

—No. Ninguno, señor. — giró su cabeza y volvió a centrar su mirada en él. — Continue.

Levi guardó silencio por un par de segundos y su voz volvió a hacer presencia.

—Gracias.

La azabache sonrió levemente.

—De nada.

Fin del capítulo.

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¡Hola!

Las actualizaciones serán todos los jueves en lo ideal a las 19:10 p.m (hora de Chile 🇨🇱). La imagen que está al inicio del capitulo se suponía que sería un gif pero wattpad no me deja subirlo :( aun así quedo bonito el edit y me daría pena si no lo utilizaba ckn todo lo que me demore haciéndolo :(

Nos vemos la otra semana

¡Gracias por leer!

𝐅𝐀𝐕𝐎𝐔𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐒𝐈𝐍; rivamikaWhere stories live. Discover now