"-Odio el pecado, no al pescador."
Te conocí en el peor de los tiempos, en el mejor de los crímenes y yo nunca había necesitado de nada más. Las mentiras eran blancas y piadosas, tu necesitabas un motivo y yo nunca había hecho esto antes. Pero aún n...
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—¿Esto es a lo que llamas celebrar? – preguntó con su respiración agitada por los saltos salvaje y desproporcionados que Mikasa daba sobre él haciendo que saliera y entrará de ella aumentando su velocidad en cada embestida.
No saben cuánto tiempo pasó desde que se ausentaron en la celebración que se estaba llevando acabo en el piso de abajo, pero tampoco parecía importarles.
Su peso era sostenido por sus codos para mover sus caderas con más profundidad y darle estocadas más fuertes. De esta angulo, observar todos los gestos de placer que la azabache hacía desconcentraba a Levi de toda preocupación y pensamiento.
Verla morderse el labio, o abrir su boca con sus ojos cerrados, levemente sonrojada lo hacía perder el juicio.
—Le-Levi, me voy a... – la manera en la que gimió fue todo para que el mayor rompiera todo control. La agarró con fuerza de las caderas y cambio de posición, ahora el quedando sobre ella.
Podía sentir sus paredes contraerse contra su masculinidad y eso lo hacía gruñir fuertemente contra el oído de la joven. El cosquilleo de sus labios en su lóbulo más como Levi la estaba haciendo suya de la manera más excitante y erotica que todas sus otras veces fue lo que la hizo explotar en una ya familiarizada sensación de liberación placentera que erizaba de la punta de sus pies hasta su cabeza. Levi al sentir que estaba a pocos segundo de correrse, sacó su pene y su liquido quedó entre los pechos y cuello de Mikasa.
Ambos se encontraban mirandose el uno al otro, con sus jadeos y con un poco de sudor en su frente.
Mikasa, con cuidado de no mancharlo, se impulso hacia arriba robándole un corto beso en los labios a Levi para después hundirse en el colchón.
Había estado fantástico.
—Le diré a Historia que célebre más seguido su coronación. – Bromeó mientras con un paño limpiaba el semen aún tibio del cuerpo de la joven. Mikasa sonrió ante la broma y cerró sus ojos intentando descansar.
—Le prometo que en los aniversarios lo celebraremos con la misma intensidad.
Al acabar de asearla se recostó a su lado e inmediatamente la cabeza de la zagal yacía descansando en su pecho aún desnudo.
Nunca se cansaría de escribir su nombre en donde su corazón bombeaba y ella podía escucharlo.
"Porque lo puedes escuchar en el silencio"
—Veo que aún estas agitada. Siento tu corazón desde aquí. – Mikasa levantó su vista y le deposito un cálido beso en el mentón al hombre.
—Debe ser porque está cerca mío, señor. – confesó tímida y posicionó sus codos en el torso masculino para tener mejor vista de su cara. – Te quiero.
Tan pronto como pronunció esas palabras vió el terror apoderarse de sus ojos y como su tacto se volvió frío en pocos segundos. Levi se separó de lado y se sentó en el borde de la cama dándole la espalda a la joven que se encontraba confundida.
¿Había dicho algo malo?
—Creo que será mejor que te visitas.
Mikasa lo analizaba a profundidad mientras lo veía abotonar sus pantalones y acomodar su camisa.
—Levi, ¿pasó alg...?
—Capitán. – sus ojos se agradaron al caer en cuenta que la estaba corrigiendo. – Soy tu capitán. Ahora vístete y sal de mi habitación.
—¿Por que esta actuando así? – preguntó molesta y tomó la sabana entre sus manos y se enrollo en ella. – ¿Qué hice que lo molesto tanto? Yo solo dije que lo quería...
—Cuando eres joven no sabes nada de las cosas que dices o sientes. – espetó sin si quiera voltearse a mirarla. – ¿Pensaste que tenía sentimientos por tí solo porque nos revolcabamos? – su carcajada era burlesca y cruel pero eso fue lo que la hizo reaccionar. Su madre le había advertido de hombres así.
Mikasa quedó helada. No lo reconocía. ¿Dónde estaba el hombre que alegraba su día? ¿Él que había abrazado sus miedos y los espantaba? Él era su templo, su más fuerte admiración, su suelo y su cielo.
¿Por qué estaba siendo tan malo?
—¿Q-que clase de pregunta es esa? – su voz se estaba quebrando. – Pensé que...
—Pensaste mal. No somos nada, Ackerman. – la interrumpió de golpe dejándola desconcertada. En un movimiento rápido Mikasa se posicionó frente a él y por la diferencia de estatura era fácil hacerse notar. Intentó buscar su mirada pero lo único que encontró fue su indiferencia ante sus más profundos sentimientos.
—No quiero que se aleje de mí. – confesó con lágrimas en sus ojos. – Quiero que esto sea para siempre.
Levi la apartó sin mucha fuerza de su camino y se dirigió a la puerta.
—Nada es para siempre, en especial a los quince.
Ajustó el abrigo de su uniforme y le dedico una última mirada a la azabache. Su mano estaba apunto de sacar el pestillo y girar la manilla cusndo la voz de la joven lo detuvo por unos segundos.
—Dígame que no soy la única capaz de escucharlo. – su ruego sonaba desgarrador y sus sollozos se habían hecho más sólidos e imparables.
Mantuvo su mano en la misma posición y no pronunció palabra alguna durante un momento hasta que finalmente se decidió y abrió la puerta.
—No entiendo a que te refieres.
Fue lo último que dijo antes de cerrarla y dejarla allí llorando sin consuelo preguntándose que era lo que había hecho para que se alejara de ella.
Fin del capítulo.
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N/A
Me dió mucha pena escribir este capitulo </3 aun así espero que lo hayan disfrutado.
Por cierto, esta semana me estoy cambiando de casa por lo que no he tenido tiempo de editar detalladamente los capítulos😭
