22. Final

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Tres años después

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Tres años después.

—¡Te ves realmente hermosa! - exclamó Armin terminado de acomodar algunas flores blancas entre su peinado. La novia debía verse espectacular en su día.

—¿Tú crees? Siento que el blanco me hace ver mucho más pálida y parezco un cadáver - intentó sonar calmada pero los nervios eran traicioneros. Armin le dio unas leves palmaditas en su hombro y sonrió para calmarla. Con amabilidad le extendió el espejo de mano para que ella misma apareciera como se veía. Con sus manos temblorosas, aceptó el objeto y abrió sus labios al verse.

Armin tenía razón. Se veía realmente hermosa.

Estaba maquillada con tonalidades rosadas frías en sus ojos acentuando sus orbes grises. Sus labios estaban pintados por un color sandía haciéndola lucir un poco más pálida, más no como un cadáver según sus palabras. Los arreglos florales que decoraban su peinado la hacían ver como una verdadera princesa de cuentos.

—Te lo dije. — presumió el rubio y ella sonrió débilmente. — Espérame un segundo, iré por el ramo de flores. ¡Vuelvo enseguida!

—Gracias, comandante

Antes de cerrar la puerta, su amigo le sonrió de oreja a oreja. A Armin le hacía realmente feliz verla bien, contenta y siguiendo con su vida a pesar de todo el dolor y todas las pérdidas.

Aún así sabía que hoy sería un día agridulce tanto para ella como para el novio.

Ambos querían que todos sus seres queridos se encontraran con ellos, en este día tan importante que marcaría un nuevo capítulo en sus vidas. Cómo le gustaría que su madre le esté ayudando a ponerse su vestido, y su padre llevándola al altar con una gran sonrisa. Seguramente Eren estaría más nervioso que ella y Armin lo intentaría tranquilizar.

Esbozó una sonrisa al pensar en Sasha comiendo todos los aperitivos y tragos preparados por Nicolo.

Era imposible no recordarlos hoy, pero por ellos, lo celebraría con mucho más ánimo y felicidad.

Pronto, sintió las puertas abrirse y cerrarse despacio. Armin había vuelto más pronto de lo que pensó.

—Armin, ¿Crees que debería usar los tacones con flores o los simples blancos? Desde que Historia me regaló los con pedrería he tenido esa duda.

—Sabes que me gusta lo sencillo, Ackerman.

Mikasa se quedó inmovil. Ese no era Armin.

Volteó su rostro con sus ojos abiertos y permaneció paralizada al verlo allí. Estaba de traje, caminando hacía ella con dificultad por su bastón.

—Capitán. — Soltó finalmente parándose rápidamente de la silla. —¿Q-Qué está haciendo aquí? ¿No debería estar descansando?

—¿Y perderme el matrimonio de mis ex subordinados? No lo creo.

𝐅𝐀𝐕𝐎𝐔𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐒𝐈𝐍; rivamikaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant