Capítulo 55.

20.4K 1.8K 965
                                    

MYKE WALKER

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MYKE WALKER.

La miro.

Ella esta algo cansada, pero no siente miedo. Sabe que lo que el bebé ha hecho no es normal y que es peor lo que enfrentaremos más adelante, aun así, sigue pareciéndome la mujer más fuerte y valiente que mis ojos hayan visto nunca.

Ahora solo tengo que elegir: Contar lo que acabo de leer o no decir nada.

Nuestra relación se basa en la confianza, ya que decidimos no volver a enfrentar nada el uno sin el otro , que nunca nos volveríamos a ocultar nada, ni siquiera la verdad más dolorosa del mundo. No sé que hacer, no tengo idea de como enfrentarme a esta situación sin sufrir un colapso. Mi verdad, su verdad, todo ha sido tan impactante qué, me cuesta tomar una decisión. Si lo digo, ella sufrirá una vez más. Volverá a intentar arreglarlo todo y no descansará hasta llegar al final de todo esto, pero eso también podría significar encontrar una verdad más siniestra y no quiero involucrarla en nada más.

— ¿Pasa algo? —Su voz me devuelve de golpe a la realidad. Pasa la mano por mi nuca y niego con la cabeza. — Cada vez mientes peor.

— Y tú cada vez me analizas más rápido.

— Cuéntame. Te prometo que nada de lo que me digas me impactará, al contrario ¿Existe algo más impactante qué todo esto?

— Quizás si.

— Puedo soportar cualquier cosa.

— No lo dudo. —Sonríe brevemente. Se sienta a mi lado y posa la cabeza en mi hombro. — Es que, es una tontería.

— Una tontería no preocupa a Myke Walker. —Tiene toda la razón. Detesto que me conozca tanto. — Vamos. Cuéntamelo antes de que ocurra algo más y me olvide de esta conversación.

— Nunca olvidas nada. —Me da un codazo, que desata inmediatamente una carcajada por mi parte. — Esta bien.

Levanta la cabeza y me mira con sus ojitos llenos de curiosidad. En realidad sabe que cualquier cosa que le diga puede ser más grave que lo que está sucediendo, y si, lo que le escondo es más preocupante.

— Negro azabache. —Digo, me mira confusa y ríe.

— Me he perdido.

— Su pelo. —Señalo su vientre. — Será como el mío.

— ¿Ah sí? —Pregunta sonriendo— ¿Cómo lo sabes?

— Diana me mostró muchas cosas para convencerme de que no debíamos tenerlo. Nos vi, le vi y su pelo era tan negro como el mío.

— ¿La bruja ha hecho eso? —Pregunta enfadada— No puedes confiar en lo que ella te muestre.

— Lo sé. —Le agarro la mano— Pero estoy seguro de qué así será nuestro hijo. No llegué a verle la cara, tampoco sus ojos y créeme que deseo que se parezca a ti.

EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora