Capítulo 7.

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MYKE WALKER

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MYKE WALKER.

No hago nada. Me quedo en el borde de la escalera observándolo. Estoy en shock. Cody está sangrando en al final de la escalera y yo no puedo hacer nada.

— Myke, Cody —La voz de Yulima me hiela por completo— Janet ha tenido una gran idea.

Su mano se posa en mi hombro, me gira y la sonrisa que trae en sus labios desaparece al ver a Cody. Grita, lo hace con mucha fuerza para avisar a Janet y Kendo de lo que acaba de ocurrir. Soy consciente de que por el simple hecho de no haberme movido para ayudarlo, me acusarán.

— ¡Cody! —Exclama Janet.— ¿¡Qué ha pasado!?

Ambas bajan las escaleras saltándose los escalones hasta llegar a él. Lo tocan y tratan de hacer que recobre la consciencia. Kendo llega hasta mí, se planta frente a mí y me agarra de la cara para que le preste atención.

— ¿Qué ha pasado?

— Ha caído, sin más. —Respondo— Yo no quería esto.

Yulima pide a gritos a Kendo que llame a una ambulancia, llora angustiada mientras que Janet con su chaqueta hace todo lo posible para detener la sangre.

— Cody, por favor. —Suplica— Mírame.

— ¡Myke! —Grita Yulima y yo bajo la mirada hasta ella— ¡Dime qué ha pasado!

No me salen las palabras. Debería poder decirle que esto no es culpa mía y que él me insultó, agredió e intento hacerme caer por las escaleras, pero no, no me salen las palabras y callo como un cobarde. A lo que ella responde subiendo las escaleras para plantarme cara y pedir explicaciones. Sus manos están llenas de la sangre de su hermano, y sus ojos llenos de lágrimas.

— ¡Myke! —Sube la voz cuando se planta frente a mí a tan solo un escalón más abajo. — ¡Habla!

— Él... —Ambos prestamos atención a Cody. Él me señala acusándome de lo que ha pasado y vuelve a quedar inconsciente al instante.

— ¿Tú? —Pregunta ella— ¿Lo has hecho?

— Yulima.

— ¡Respóndeme! —Me grita— ¿Tú has hecho esto?

Niego con la cabeza.

— La ambulancia viene en camino. —Anuncia Kendo.

Nunca creí ver lo que estoy viendo; Ella esta mirándome como un completo desconocido. Me mira como lo que Cody dio por hecho que soy, un monstruo. Ya sé que no es momento para analizar nada, que su hermano está desangrándose al final de la escalera y que diga lo que diga creerá a la víctima evidente de todo esto. Ni siquiera darle una explicación serviría para que me crea.

— ¿Cómo has podido? —Hace una nueva pregunta después de varios minutos sin recibir mi respuesta a la primera.

Baja nuevamente dejándome al borde de la escalera.

EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora