♬ Sweet Bad Boy ♬ Louis Partridge ♬

-𝟓- 𝓛𝓪 𝓟𝓼𝓲𝓬𝓸𝓵𝓸𝓰𝓪

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Volví a mirar el reloj por quita vez mientras movía mi pierna con ansias de que la sesión de este día terminara. Me encontraba en la oficina de la consejera de la escuela, el director me mandó con ella pues si no cambiaba mi actitud sería expulsado en cualquier momento. Eso no me importa en lo absolutamente pero de momento no tenía otra opción.

— Louis? Mírame a mí no al reloj— dijo la mujer con una voz tranquila— Quiero entenderte, quiero ayudarte.

No dije nada pues sabía que si abría la boca alguien podría salir herido, volteé la cara dándole entender que no quería escucharla ni entablar una conversación.

— Conocí a tu padre hace poco...— dijo acomodando algunos de los papeles de su escritorio.

La frase que me acababa de decir encendió de inmediato mi curiosidad, ya sabía por qué rumbo iría esta conversación y eso me enojaba bastante. No quiero ayuda de nadie solo quiero que me dejen en paz, estuve sólo siempre y así será hasta que sea el fin de mis días.

Me mantuve en silencio esperando a que dijera algo más.

— ¿Tienes problemas en tu casa?— preguntó— Tu...padre te hace daño.

Una sonrisa irónica salió de mi boca haciendo que la mujer tomara mucha más atención, se veía interesada, después de todo ese es su trabajo ayudar a las ovejas negras como yo, así la escuela tendría una mejor reputación si al menos trataban de ayudar o directamente echarnos a la calle.

— ¿Cuanto le pagan?— hablé repentinamente y por primera vez en toda la sesión.

— Louis eso no tiene nada que ver con todo esto.— dijo jugando con su lapicera.

— Claro sí, dígame cuánto le pagan— repetí.

Ella no sabía que decirme así que proseguí:

— Supongo que no lo suficiente como para gastar su estúpido tiempo tratando de ayudar a personas como yo, pronto se dará cuenta que su triste y miserable vida fue mal gastada escuchando a un adolescente que la odia por tratar de meterse a sus asuntos.— dije levantándome del asiento bruscamente, ella anotó algo en su libreta.

— Tienes mucha ira guardada, tal vez deberías hacer algo que te ayude o que te haga feliz.— dijo todavía con una voz tranquila.

— Si, sabe estaba pensando en inscribirme al equipo de fútbol tal vez eso solucione todos mis problemas, ojalá finalmente sea feliz, gracias— dije sarcástico.

Estaba apunto de abrir la puerta del salón y largarme de ahí pero la voz de la mujer me detuvo:

— Louis...— volteé frustrado mirándolo nuevamente a la mujer— Si necesitas ayuda sabes dónde encontrarme.— ella me dió una sonrisa amable.

Salí de ahí justo en el momento en que el timbre de la escuela sonó ya era hora del almuerzo así que me dirigí directamente al comedor. No tenía amigos en esta escuela, los de la banda están en diferentes escuelas por lo que todo el tiempo recorro totalmente solo los pasillos aburridos de esta escuela.

Y hoy iba a ser mucho más aburrido pues nisiquiera tenía dinero para comprarme algo de la cafetería.

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— Entonces...¿Harás tu fiesta de cumpleaños?— le pregunté a Samantha mientras le daba una gran mordida a mi sándwich.

— Es posible y por supuesto que sí hago alguna fiesta tu tienes que ir sí o sí— dijo con una mirada de advertencia.

— Haré lo que pueda, sabes que mi madre no me deja ir a fiestas— dije rodando los ojos.

— Sé que irás de todas formas, siempre encuentras un modo de salirte con la tuya, eres un pequeño terremoto— sacudiendo mi cabello.