-𝟕- 𝓔𝓵 𝓞𝓰𝓻𝓸

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Nisiquiera recuerdo como llegué a casa, tal vez mi mente lo reprimió de alguna manera, ayer llegué a beber de una forma exagerada y no me siento orgullosa de eso soy fan numero uno de la diversión sana sin embargo ayer se me cruzaron lo cables simplemente me dejé llevar. Habían pasado tantas cosas que no sabía en cuál pensar primero, tal vez lo mejor sería tomar una Aspirina antes de que me cabeza explotara por completo.

Revisé mi celular y vi un montón de mensajes de parte de Samantha. En resumen me preguntaba si había llegado bien a casa y me contaba lo difícil que fue lidear con los policías, casi la llevan a la comisaría pero gracias a la gran labia de su hermano eso había quedado en el olvido, aún así tuvieron que pagar una "multa" más intereses. Por lo menos sus padres no se enteraron, eso me aliviaba un poco.

Me levanté de mi cama y fui directamente al baño, simplemente no pude soportar mi reflejo, estaba totalmente destrozada y eso se podía notar a kilómetros. Mi pelo aún estaba algo mojando por la pequeña ducha que me había hecho al llegar pues estaba prácticamente cubierta de lodo. No sé cómo pude hacer todo eso sin caer desmayada.

Volví a mi cama y me enrolle como un burrito entre las sábanas.

Me puse a pensar en las cosas que había pasado anoche.

Recapitulemos.

Baile casi toda la noche con Jared y el beso que habíamos tenido, eso ocasionó una sonrisa boba en mi cara y algunos pataleos de emoción pero después se transformó en melancolía pues en mis pequeños flashbacks veía como Jared bailaba con otra chica, sinceramente eso me había bajado el ánimo. De pronto otro rostro se cruzó por la mente- tal y como últimamente pasaba- al finalizar mi noche fue divertida gracias a Louis, nos recordaba a los dos jugando con el lodo y de pronto corriendo mientras nos perseguían unos perros gigantes. En ese momento recordé más cosas, la borrachera se me había quitado y había llegado a casa caminando y entré por la ventana, tal vez el cansancio me quitó la memoria.

Empezé a escuchar gritos en el primer piso. Otra vez volví a mi realidad, tal y como todas la mañanas, mamá y papá peleaban.

En ese momento Lizzie metió su pequeña cabecita por el umbral de la puerta y me miró con una cara triste.

— Parque?— pregunté.

Ella asintió levemente y fue la batiseñal para que me levantara de la cama.

Hacíamos eso siempre que ellos peleaban, salíamos al parque que quedaba más cerca de casa y ahí nos distraiamos un poco jugando en los columpios. Nisiquiera nos importaba estar en pijama, solo queríamos escapar.

Bajamos las escaleras de la casa evitando que nuestros padres nos vieran y corrimos directamente a la puerta para finalmente salir corriendo.

Lizzie daba pequeños saltos de felicidad mientras cantaba una canción que torturaba mis oídos.

— Aún no me has contado la aventura— advirtió mirándome enojada.

— Tienes toda la razón, pero solo te la contaré si me ganas esta carrera!— grité antes de salir corriendo.

Ella me siguió mientras reía y me gritaba que eso no era justo. Obviamente dejé que me ganara hasta que llegamos a los columpios.

— Te gané cara de moco— me señaló con una gran sonrisa en la cara.

— Oye! No insultes a los mocos, ellos también tienen sentimientos!— dije fingiendo indignación.

La monté en su columpio y también hice lo mismo en el columpio de a lado empezé a tambalearme y acumulé velocidad poco a poco. Sentía el aire chocar con mi rostro de forma ligera y relajante, sentía que volaba, tal y como siempre quise.

♬ Sweet Bad Boy ♬ Louis Partridge ♬Where stories live. Discover now