-𝟐𝟒- ¿𝓢𝓸𝔂 𝓼𝓾𝓯𝓲𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮?

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De repente estaba de vuelta en casa, con aún más cosas en la cabeza que cuando me fui. Sentía como si mi cerebro estuviese desbordante de información, y claro, no estaba pudiendo manejar todo ese caos.

La noche madrugada después de mi cumpleaños fue lo mejor que me pudo haber pasado, apenas pensaba en eso sentía que mis mejillas ardían como rocas volcánicas. Por primera vez en toda mi vida estuve tan cerca físicamente de alguien. Por primera vez pude sentir el aroma de Louis con más profundidad. Fue como si estuviera a punto de conocerlo aún más.

Pero no pasó.

Fui cobarde, lo admito, pero en ese momento, se cruzaron muchas cosas por mi cabeza. Cosas de las que nunca antes me había preocupado, en absoluto. Fue como si mi lado inseguro hubiese estado pidiendo a gritos que no lo hiciera.

Y aquí estoy ahora.

Acostada en mi habitación, escuchando Cigarettes after sex a todo volumen, pensando en todo lo ocurrido.

Me levanté automáticamente y fui directo al espejo y me miré por un largo tiempo, y cuando digo largo tiempo es un muy largo tiempo, analizando mi postura, mi cara, mi ropa, mis piernas, mis brazos, mi todo.

No me gusta lo que veo.

Cerré los ojos y me tiré a la cama de un suspiro, en la misma posición de antes. Con la mirada fija en el techo.

¿Y si no soy suficiente para Louis?

¿Y si me deja después de ver mi cuerpo imperfecto?

¿Y si me abandona?

¿Y si...

En ese momento un fuerte ruido interrumpió mis pensamientos. El golpe fue tan fuerte que se escuchó aún con la música a todo volumen. Era señal para salir de mis pensamientos y de mi habitación para ver de qué se trataba el ruido. Cabe aclarar que ya era media noche.

Bajé las escaleras y todo estaba completamente oscuro a mi paso, si no me caí fue de pura suerte. Al terminar la serie de escalones volteé a mi derecha, la cocina, ahí todo parecía en orden. Luego volteé a mi izquierda, la sala, iluminada únicamente por las luces que venían de la calle a través de la ventana. Traté de hacer zoom con mis ojos para ver si había algo sospechoso de este lado, estuve buscando por un rato hasta que vi algo en una esquina de la habitación justo detrás del sillón.

Caminé y me acerqué para ver de qué se trataba.

Por favor que no sea un fantasma. Amén.

Y me sorprendí con lo que vi.

Mi madre, sentada en el piso, junto a una botella de vino, rodeada de vidrios rotos del cuadro enmarcado de ella y mi padre en su boda.

— ¡¿Mamá?!— reaccioné rápidamente, la ayudé a levantarse y la llevé a un sofá, hice que se acostara.

— Shh, no grites, vas a despertar a Lizzie— dijo aún sosteniendo su botella de vino.

Trató de tomar nuevamente pero le quité la botella rápidamente.

— Si, creo que ya es suficiente por hoy— dije mirando la botella.

¿Mi madre bebiendo alcohol siendo religiosa hasta la médula?

Fui a la cocina y oculté la botella en un estante, luego tomé una escoba y un recogedor y fui a limpiar el desastre de la sala. Mi madre balbuceaba algunas cosas que no entendía por completo, decidí ignorarla.

La ignoré, hasta que dijo algo que me pareció muy curioso.

— ¿Qué dijiste?— le pregunté, dejando de lado la escoba para sentarme en el piso y verla de frente.

♬ Sweet Bad Boy ♬ Louis Partridge ♬Where stories live. Discover now