CAPITULO 4 (primera parte): Pilladas

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Hola!! ¿Como están?
En los cuatro capítulos que llevo, no os dije nada, pero... ¿que os tan pareciendo? ¿Os gustó?
También me pasaba por aquí a decir que este capítulo es un poco largo por lo que tendrá dos partes, por lo que pido que lo leáis entero y me tengan paciencia.
¡Gracias! ¡Nos vemos! ¡Y besos!

—¡Vamos Katherine! No me puedes dejar sola por favor —insiste por décima vez —No quiero estar sola en una fiesta.

—Las fiestas no son lo mío —mentí, es obvio que si lo son... bueno, eran

—¡Por favor! ¡Katherine, es fin de semana! Quiero que vayamos a la fiesta que hay en casa de Abigail

—Ya dije que...

—¿Sabes cuantos borrachos habrán? ¿Y cuantos intentarán ligar conmigo? ¡y yo sola! Eres la única amiga que tengo a pesar de conocerte una semana. Necesito ahogar mis penas olvidarme de las zorras que se decían llamar "amigas" y de mi padre. Estoy segura de que tú también debes olvidarte de alguien.

—Si, pero es que las fiestas y yo...

—¡Por favor!

—Agh, está bien, voy. —dije finalmente y si, ella llevaba razón, necesitaba ahogar las penas, necesitaba olvidar.

—¿¡Lo dices enserio!? —preguntó casi en un chillido

—Si

—¡Genial! —dijo y reí ante su entusiasmo —¡Pero hay que irse de compras! A las... ¿cuatro y media? ¿Te vendría bien?

—Ehh, si claro, nos vemos. ¿Te parece bien quedar en el Upper East Side? En recepción di mi nombre y ya te subirán a mi departamento, informaré que vendrás.

—De acuerdo, ¡nos vemos! Y ¡gracias! —exclamó

—¡Me deberás una! —dije antes de que pudiera colgar

Me encontraba en mi habitación acostada sobre la cama mirando hacia el techo.

Era fin de semana, sobreviví a la primera semana de universidad en donde la mayoría me tacharon como la rarita, la que siempre va con guardaespaldas detrás y la "no te acerques a ella o consiguieras que te puedan arrestar".

El fin de semana Abigail, la chica popular organizaba una fiesta de inicio de año universitario la cual Harper quería que fuera, no era buena idea y yo lo sabía... digamos que las fiestas y yo no nos compleméntanos muy bien.

Recuerdo cuando hacía un poco más de dos años, salíamos de fiesta en Alemania, llegaba muy tarde a mi casa y ebria, al igual que mis hermanos aunque puede ser que yo un poco más. Los guardaespaldas de papá venían a buscarnos y a mi a veces me llevaban en su hombro porque no me quería ir, luego al día siguiente nos tocaba bronca, papá y mamá nos llamaban inmaduros e irresponsables y lo entiendo porque muy maduros y responsables en esa época no éramos.

Un toque en la puerta me sobresalta y está pronto se abre.

—Kat, ¿puedo pasar? —pregunta mi hermano asomándose

—Claro, adelante —dije y entró cerrando la puerta detrás de él

—¿Como estas hermanita? —preguntó mientras se tiraba a mi cama justo a mi lado y se porque lo pregunta

—Blake estoy bien, he soportado cosas peores y lo sabes. Desde que Nate se fue y tú te viniste aquí a Nueva York, nada fue lo mismo, siempre me tachan como la rarita.

—Kat yo...

—No Blake, ahórratelo, no importa

—Solo quiero que sepas que si necesitas a alguien con quien hablar estoy aquí, siempre estaré —dijo y asentí y estuvimos un poco en silencio —Venga vamos, la comida esta lista —.me anima levantándose y me tendió la mano la cual tome para levantarme

OSCURO DESEO Where stories live. Discover now