OSCURO DESEO

CAPITULO 31: secretos del pasado

Katherine

—¿Katherine? —pregunta una voz que se me hace demasiado conocida

—¿Jessica?

¿Os acordáis de Jessica? La hija de aquel taxista, de cuando llegue aquí a Nueva York y que me ayudó varias veces como cuando aquella vez que me emborraché después de la carrera y me llevó a casa de Jessica en donde también conocí a su hija Emily.

—¡Kate! —escucho la voz de la pequeña mientras corre hacia mi

—Em —me agache hasta su altura cuando ella se acercó hacia a mi y me abrazó —¿Como estas? —pregunto mientras la alzo

—Te he echado de menos

—Y yo a ti —le dije a la pequeña

—¿Y quien son tus amigos?

—Pequeña, el es mi hermano Blake y la chica rubia de su lado es Harper, mi mejor amiga y novia de Blake —dije señalando a Blake y a Harper —El es Nate, mi otro hermano y su novia Angie —presente a Nate y a Angie

—¿Nate? ¿Tú hermano Nate, quien falleció?

—Resulta que no fallecí —responde Nate

—Ya lo veo, ya ¿y resucitaste? —bromea

—Me encontraba en un psiquiátrico

—Bueno y por ultimo el es Jayke, mi novio. Chicos ellas son Jessica y Emily

—Encantada chicos —dice Jessica

—¿Tu novio? —pregunta Emily —Pensé que podrías ser novia de mi primo Daniel, pero luego pensé con mi cabecita... ¿Cómo podéis ser novios si sois primos? —dice la pequeña

—¿Primos? —pregunté y luego mire a Jessica

—Emily cariño, ¿por que no te vas con papa a dar una vuelta?

—¡No! Yo quiero quedarme con Kate

—¿Jessica? —pregunta a mis espaldas y es la voz de mi madre

—Erika

—¿Os conocéis? —pregunta Blake y ambas se quedan calladas

—¿Os conocéis? —pregunté esta vez yo —¡Responde mamá! —exclamé

—Katherine...

—No tiene caso que sigamos ocultándolo Erika.

—Jessica... —dice mi madre

—No Erika, ¿Cuánto tiempo hace que no te vemos? ¿Cuánto tiempo haces que nos tienes apartados de tu vida? Ni siquiera conoces a tu sobrina, tampoco nos invitaste a tu boda, somos tu familia.

—¿Familia? —preguntamos Blake, Nate y yo a la vez

—¿Katherine de que conoces a Jessica?

—La conoció primero papa, el fue su taxista el primer día que estuvo aquí en Nueva York y nosotras nos conocimos una noche que llegó borracha, no quería ir a su casa y papa la trajo a mi casa. —respondió Jessica por mi

—Le pregunté a mi hija Jessica, no a ti

—Nos conocimos así, ¿de que os conocéis vosotras? —pregunte de nuevo

—No es de tu incumbencia Katherine —dice mi madre dirigiéndose a mi —Hablaremos al privado Jessica

—No le hables así a tu hija

—Le hablo como quiera, es mi hija, suficientemente tienes consentida a la tuya

—Ni se te ocurra meterte con mi hija —y ahí es cuando me doy cuenta de que lagrimas le corren por sus mejillas