CAPITULO 26: Una carta

365 32 17
                                    

Tengo ganas de matarlas.

Pensaran: Katherine esta loca. Quizá lo esté pero no tanto como para tener ganas de matar. Resulta que nos encontramos Jayke, Blake, Harper y yo en nuestro departamento pero no estamos solos, también están Gisela y Anne, mi padre y Sophia nos dejo a cargo de ellas, Niall está trabajando y no puede estar con ellas.

Gisela está junto a Blake pero Anne no para de estar junto a Jayke, donde va el va ella es como si de repente se enamoró.

—¡Ya basta! —dije y me puse en el regazo de Jayke —Anne el es mío

—Katherine... es solo una niña —me dice Jayke poniéndome un brazo por detrás rodeándome la cintura

—¿Y? Pero lo mío es mío —le dije

—¡No! Yo quiero a Jayke para mi —dice Anne

—El es mi novio —le dije

—Katherine... es un niña —me dice ahora Blake apareciendo

—Muy bien —me levanté del regazo de Jayke —.¿Quien quiere ir a por un chocolate caliente?

—¡Yo! —exclaman las dos niñas

—Yo también quiero ir —dice Jayke

—¿Tú vienes? Por cierto ¿y Harper?

—No, yo me quedo aquí con Harper, se quedó durmiendo y no la dejaré sola

—Está bien —dije y me dirigí hacia el perchero para coger mi chaquetón

—Katherine, ¿puedes abrocharme el chaquetón? No puedo abrochármelo —dice Gisela

—Si, claro —le dije y me agacho a su altura para abrochárselo —Ya esta preciosa, ¿vamos? —le pregunté y ella asintió, entonces sin decirle nada me da la mano

Al llegar a abajo y salir del edificio el aire nos choca en nuestras caras, hace demasiado frío y está nevando un poco, todos nos dirigimos al coche de Jayke, le abrimos las puertas a las niñas para que se suban atrás y luego nos subimos nosotros.

—Que frío —dice Jayke

—Si —respondí —¿Chicas os habéis abrochado los cinturones?

—Si —dijeron al unísono y Jayke pone el coche en marcha

Llegamos a la cafetería y los cuatro ingresamos en ella para luego dirigirnos a una de las mesas a sentarnos y que un hombre mayor llegue a tomarnos nota enseguida.

—Esta es una de las mejores cafeterías que hacen los mejores chocolates y cafés de todo Nueva York

—¿Y que dices de la cafetería de mi familia, eh?

—He dicho que es una de las mejores, no la mejor —dijo y se inclinó a darme un beso castro en los labios para después girarnos a mirar a las mellizas quienes nos están mirando

—Yo de mayor quiero tener una relación así —dice Gisela

—Y yo —dice Anne

—Bueno... ya la tendrán pero no corran prisa, a veces las relaciones no son tan bonitas como parecen

—Es cierto —coincide Jayke

(...)

Estamos entrando al departamento los cuatro cuando escuchamos a Harper.

—¡Eres un idiota Blake!

—Soy un idiota muchas veces, pero esta vez no sé por qué lo estoy siendo

OSCURO DESEO Where stories live. Discover now