CAPITULO 32: la pequeña historia de la taxista

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—Tenemos que hablar —dice Jayke sin previo aviso entrando al departamento

—Pasa —le dije después de que haya entrado —¿Que... pasa Jayke? ¿Ocurre algo? —le pregunté esperando a que responda, se queda en silencio por unos minutos hasta que me mira

—Esto que tenemos, lo que sea que tenemos debe terminar —dice mirándome para luego mirar a otra parte que no sea yo

—¿Que? —me quedo atónita

—Lo que escuchaste Katherine

—¿Por que? —pregunte mientras mis ojos se llenaban de lagrimas

—Por que se que esto no va para ningún lado, solo se que nos terminaremos haciendo daño. Tu has tenido muchos problemas, yo tengo muchos problemas y suficiente es que tengas los tuyos como también sumarte mis problemas —hace una pausa —Katherine... necesitas ser feliz y se que conmigo no lo vas a conseguir.

—Jayke ¿Qué dices? Si soy feliz contigo, lo estaba siendo

—Katherine no hagas esto mas difícil

—Jayke no me dejes

—Lo siento, es lo correcto

—¡No lo es! ¿Cuántas veces me has ayudado tu en mis demonios aun teniendo los tuyos? Muchas, ¿y cuantas veces me dejas a mi ayudarte a ti? Ninguna.

—Katherine...

—Me estas mintiendo, se que lo haces y no rompes conmigo por eso

—Si es por eso

—No lo es

—¡Es por que no quiero estar contigo Katherine! —dijo y di varios pasos hacia detrás como si estar cerca de el quemara 

—Es por que no quieres estar conmigo —repetí lo mismo que el —Me lo podías haber dicho antes. Por favor vete 

—Lo siento —dije

—Vete Jayke —le dije y volvió a mirarme antes de dirigirse a la historia —Al final de todo no fuimos nada, ¿verdad? Solo una falsa ilusión —susurré

—Se feliz Katherine, de todo corazón te de lo digo, aun que yo no pueda serlo, tu hazlo —dijo y se que dijo algo susurrando pero no se que era.

Salió, salió por la puerta y me dejó aquí aun que yo le pedí que lo hiciera. Y con las pocas fuerzas que tengo cojo las llaves y me dirijo hacia la puerta para irme abajo.

Al llegar abajo busco a mi chofer, pero no lo encuentro por ningún lado pero aun asi no paro y a trompicones me encamino hacia la puerta para salir a fuera a tomar aire, llegue al exterior de edificio en donde la lluvia me empapa, pero yo me dirijo a parar un taxi.

—¿Esta bien señorita? —me pregunta uno de los porteros

—Necesito un taxi —le dije

—Quédate aquí señorita, yo paro uno —dice para minutos después parar a un taxi, el cual sin darle tiempo a bajarse me subo

—Por favor a esta dirección —dije y le di la dirección sin darle tiempo para responder

—¿Se encuentra bien señorita? —preguntó poniendo el coche en marcha

—¿Alguna vez le rompieron el corazón señora?

—Muchas veces cariño, muchas, ¿pero en sentido romántico? Recuerdo que cuando tenia tu edad mas o menos me gustó un chico muchísimo, vivimos muchos momentos juntos, pero al final... al final me terminó rompiendo el corazón, pero ahora, ahora estamos juntos.

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