7. Él la protegerá

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Hola :) ¿Cómo estás? Disfruta del sábado mientras puedas.

Girl... 1k <3

Sentada sobre el sofá más largo de la sala de estar, miraba fijamente la televisión apagada. No podía de disfrutar de aquello que sabía que no podía darse el gusto sabiendo que Leonard estaba solo.

Debía estar con frío y con hambre, ella como hermana mayor le estaba fallando.

Fallar.

Fallar.

Fallar.

Debería estar acostumbrada a fallar, pero esto se sentía diferente.

En su cabeza sólo podría mantener que Leonard estaba solo y que ella no debía gozar de lo que Piandra le habría ofrecido. No debía. No podía.

Sus dedos pellizcaban la tela gris del calentador rudamente con fuerza. Imaginaba una ruta de escape sin que las bestias la percibieran y no morir en el intento.

Piandra no había vuelto desde hace dos horas. El olor de comida le gritaba ser consumida, no podía darse ese lujo.

La desconfianza seguía allí. Estaba lista para correr si escuchaba algo sospechoso, o si la puerta era abierta y en ella aparecían para llevársela.

Se frotó los brazos con fuerza, el calor del buzo le estaba dando alergia, estaba sudando, necesitaba ese baño con urgencia.

No podía pasar más de dos días sin bañarse si tenía la oportunidad de hacerlo.

Sus pies se rascaron contras sus pantorrillas, la ropa le estaba picando, miró hacia la puerta del baño tentada. A pesar de que él le dijo que podía hacerlo, estaba apenada y avergonzada. Aún creía que él estaba tramando algo, mucha amabilidad le generaba desconfianza.

Nadie es tan solidario.

Se levantó del sillón y se paseó inquieta por toda la casa, no era consciente que su aroma se disolvía en el aire con fuerza.

Se dirigió a la habitación, era como si su gata le pidiera empaparse con el olor que inundaba en la habitación.

Se sentó en la cama con los hombros caídos, miró hacia la ventana cubierta por cortinas, había una franja para observar el exterior, solo sabía que la luz de la luna estaba presente.

Se acostó en la cama boca arriba, con los brazos extendidos hacia arriba. Comenzó a tallarse con fuerza los brazos y piernas.

Si. Necesitaba ese baño. Tomaría ese baño y sería rápido.

Se levantó de un salto de la cama y se dirigió donde recordaba que era. Al ingresar se fijó que la canasta de ropa sucia ya no estaba allí y todo se veía en orden.

Contuvo la respiración cuando vio su reflejo frente al espejo.

Estoy muy fea.

Su cabello se veía seco y opaco, no lo había peinado en dos días. Tenía unas ojeras muy cargadas y su cara tenía un aspecto muy pálido.

Dio media vuelta dándole la espalda al espejo, no quería ver su cuerpo mientras se sacaba la ropa.

Estando desnuda en el baño, observó la ducha, era obvio que había sido creada para estos enormes machos, porque estaba altísima.

Abrió la puerta de vidrio y se pasó del piso de madera, al piso de la baldosa. Estaba helada, quería también una ducha helada. Estaba haciendo calor en la noche, esa era muy raro.

Pegó un pequeño grito cuando el agua salió en potencia y muy helada ¡A esto no me refería! Se pegó a la pared del frente, observó el agua correr con fuerza.

PIANDRAOnde histórias criam vida. Descubra agora