Porsche 911 Turbo.

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Capítulo 8:

(Maratón 4)

Jazmín.

Una fiesta con descontrol...

Había ido a más fiestas, a las típicas fiestas con mi mejor amiga y Alex. Pero realmente no sabía lo que era el descontrol para los D'Angelo.

¿Alcohol? Yo bebía. ¿Drogas? Ya lo había visto. ¿Donde estaba el descontrol?

En fin...

Ya había hablado con mi madre. Su luna de miel era como en películas, de lujo.

En ese aspecto le tenía envidia a mi madre. Había encontrado a un hombre que la trataba como una reina. Había tenido su boda de en sueño y su luna de miel de película.

Supongo que todas soñamos con algo así; el hombre perfecto, la casa perfecta, el trabajo perfecto, la familia perfecta... y a veces no es como siempre lo imaginamos.

Mi madre ha tenido la suerte de vivirlo, pero no todas podemos decir lo mismo.

Tampoco me preocupa mucho, tengo diecisiete años y aún me queda toda la vida por delante. Aún tengo tiempo de encontrar a mi compañero de vida, si es que existe.

Me puse el pijama y cogí mi móvil antes de bajar a cenar.

He de decir, que me costaba mirar a Marco a la cara y me ponía nerviosa su mirada. Era raro que fuera mi hermanastro y que me lo haya tirado dos veces.

Entré en la cocina y vi solo a Lia con Giovanni hablando mientras ella apartaba la comida para nosotros.

-Hola, Jazmín- dijo Lia.

-Hola, Jaz- me saludó Giovanni cuando me vio.

-Ciao- contesté.

-Vaya, si ya eres toda una italiana.

-Aun me falta- sonreí.

Sabía lo básico y mi amigo el traductor me ayudaba más de una vez.

Mi móvil empezó a vibrar en mi mano y vi el nombre de Alejandro en la pantalla a la que ignoré.

-¿Es ese tal Alex?- preguntó Giovanni.

-Si, no se lo voy a coger.

-¿Quien es Alex?- preguntó Marco entrando en la cocina sin camiseta.

Le hice un escaneo de arriba abajo. No podía evitarlo.

-Su ex resentido- le contestó Giovanni.

-En fin... cosas de niñatos- comentó Marco sentándose en la mesa.

-No sabía que hablábamos con un anciano.

Marco me miró serio y le sostuve la mirada. No iba a dejar que pensara que podía más que yo.

-¿Vas a decir algo o vas a seguir desgastándome con la mirada?- pregunté arqueando una ceja.

-Prefiero no contestarte.

-A cenar- dijo Lia poniendo los platos sobre la mesa.

Giovanni se sentó en su sitio, al lado de Marco. Y yo me senté en el que me había sentado desde que había llegado, frente a Marco.

Comenzamos a cenar en silencio. Yo no aguantaba lo incómodo que era todo, así que cogí mi movil, me metí en Netflix y me puse a ver una serie mientras cenaba.

**

Al día siguiente me levanté más tarde que temprano. No tenía ganas de salir de la cama, era verano y no tenía por qué madrugar, así que, me tire en la cama toda la mañana.

Filofobia #1 |+18|Where stories live. Discover now