Filofobia #1 |+18|

Estas de coña.

Capítulo 10:

Jazmín.

Al final acabe de en coche de Marco, pero no por que quisiera, que también, si no por que no me apetecía andar hasta la fiesta y llegar sola.

No le dirigí la palabra en todo el camino, y conforme iban pasando los minutos noté como se iba estresando más ante mi silencio.

Estaba cabreada y dolida. Cabreada con el, por tratarme como su juguete personal. Cabreada por mi, por dejar que me utilizara de esa manera. Y dolida... dolida sinceramente no tengo ninguna explicación a eso. Simplemente me dolía sentirme utilizada como un trapo que usas y cuando te limpiar lo echas a lavar.

Antes de que el coche parara por completo, abrí la puerta y salí pegando un portazo. Caminé rápido hacia donde estaban todos, cruzándome con el tipo al que gané en la carrera.

-Estaba buscándote. Creo que no me he llegado a presentar. Soy Celio.

-Jazmín- contesté cogiendo la mano que me ofrecía.

-Vamos- Marco agarró mi brazo tirando de mi.

-¿Qué coño te pasa? Estaba hablando con el chaval- me solté del agarre.

-Ese "Chaval" te mira como si quisiera desnudarte con la mirada.

-A lo mejor quiero que me desnude.

Marco se paró en seco mirándome con su mirada fría. Como si ese comentario le hubiera jodido.

Sonreí para dentro cuando vi que su músculo de la mandíbula se tensaba. Esto era nuestro día a día. Un "veamos quién puede más" y si pensaba que iba a poder más que yo, estaba muy equivocado.

Cierto es que ya empezaba a cansarme esto de "aquí te pillo, aquí te mato"

-A ver si te enteras que no mandas en mi, que no soy de tu propiedad y que no cumplo tus malditas órdenes- sin darme cuenta le había levantado la voz.

Marco soltó un brusco suspiro.

-A partir de ahora vas a aprender a cumplirlas.

Solté una carcajada y lo miré riéndome.

-Estas de coña.

Su mirada fría. Sus músculos en tension. Su sonrisa llena de maldad. Esas tres cosas hicieron que me diera cuenta de que no. No estaba de coña.

-Aprenderás por las buenas o por las malas. Como prefieras.

-¿Y que harás?- lo desafíe -¿Prohibirme salir?

Dio un paso hacia mi, obligándome a levantar la cabeza para sostenerle la mirada.

-Te dejaré sin poder andar.

En ese momento las piernas volvieron a temblarme. Mi respiración se aceleró. Y la boca se me secó.

-¿Crees que eres el único que me ha amenazado con eso? Tú lo flipas- intente pasar por su lado pero volvió a cogerme de la muñeca impidiendo que siguiera mi camino.

-Puede que no sea el único que te lo haya dicho, pero te puedo asegurar que seré el único que lo cumpla.

Volví a soltarme de su agarre de un tirón y seguí mi camino hasta donde los demás estaban.

-¡Jazmín! Menos mal que has vuelto. Estos no dejan de meterse conmigo- dijo Gianna dramatizando.

Me quedé mirando a todos.

-No dramatices. Solo te hemos dicho que ese vestido no te pega- comentó Fabbio riéndose.

-Ya, bueno. Supongo que nadie te ha pedido tu opinión ¿O si?- lo miré.