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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ |
Su mirada estaba perdida en algún punto de la pared mientras el equipo de dominic hablaba y hablaba sin parar, intentando explicar la idea que tenían en la mente; pero solo eran ideas incompletas, algo raro en el equipo.
Se escucho un estruendo en la parte delantera del bar, que logro sobresaltarla, pero rápidamente se levanto para correr hacia aquel ruido.
—Noe, espera.—Escucho la voz de giovanni que corrió atrás de ella, podía ser peligroso y él debía cuidarla.
—Así que tu eres la zorrita que mato a uno de mis hombres?
La joven observo su alrededor. Las ventanas estaban rotas y había hombres armados en cada sector del bar.
—Correcto! —Fingió festejar—Vienes por sus restos? Puedo hacer que te los pongan en una bolsita, de todas formas los perros no dejaron mucho..
Soltó en un tono divertido, pero ese comentario los había enojado mucho y no era algo bueno en esos momentos.
—Perra psicópata —Dijo entre dientes y ella río —Estas acabada.— Se acerco a ella con intención de golpearla, ella esquivo sus golpes.
—Buh! Que lento eres—Volvio a reir antes de golpear las costillas de su contrincante y eso desato una guerra dentro del bar.
Sintió las manos de giovanni agarrarla por la cintura y ponerla detrás de un pared cubriéndola de los disparos.
—No salgas de aquí.—Pidió el rubio antes de irse para ayudar a los demás y acabar con los intrusos.
—Aquí estas.. —Murmuro levantándola del piso, agarrandola del cuello haciendo la presión cada vez más fuerte.
Sus pies apenas rozaban el piso y su respiración comenzaba a ser casi nula, su vista estaba borrosa cuando repentinamente aquel hombre la dejo caer al piso. Lo miro, estaba desmayado frente a ella, levanto su vista con sus propias manos en su cuello por el ardor, encontrándose con la mirada de han.
—Oh, gracias.—Se levanto del piso con ayuda de aquel joven asiático. Su nombre era Han o eso creía.
—No te preocupes.
Juntos salieron del "escondite" y se encontraron con todos los demás cerca de la barra. Todo el lugar había quedado destruido.
—¿Quién era esa gente? ¿En qué estas metida?—Pregunto brian. La morocha se metió atrás de la barra y busco un vaso que haya sobrevivido a los disparos para servirse un poco de wisky.
—Brian, deberíamos irnos de este lugar y buscar otra solución para nuestros problemas, ¿No crees?— Se metió mia antes que ella pudiera contestar.
—Si, brian.. Deberías irte, como vas a querer trabajar con criminales.. Como se te ocurre.—Burlo a mia antes de beberse el trago que se había preparado.
—Ese no es el punto!—Mia le hizo frente.
—¿Ah no?
—Como voy a querer trabajar con alguien que le dio carne humana a sus perros! —Solto con asco.
—Si, yo no se las di.. Ellos casan su comida por si solos.—Comento en un tono divertido.
—No es cierto, los perros no comen comida humana.. Señorita, lady.. Solo bromea —Intervino giovanni.
—Claro, solo bromeo, mia.— Contesto en un tono irónico, sin dejar que los presentes desifren si realmente estaba bromeando o no.
—Contesta mis preguntas, noelia.— Se metió, brian.
—Ellos se metieron con una de mis chicas, le hicieron mucho daño y con mis chicas no se mete nadie.. Ellos se lo buscaron, no es nada personal.— Le contesto.
