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- Nuevamente en la casa de medusa.
NARRADOR. ||
Estaba en una de sus tantas casas, ya que la anterior había sido destruida cuando sefiesttaron al ruso. Por lo que ahora debían quedarse en otra locación.
—Mañana a primera hora nos iremos y seguiremos por nuestra cuenta.— Le informo brian. Ella solo asintió y siguió en sus cosas.— Noe, que fue eso?¿Por qué te alteraste tanto?— Se atrevió a preguntar.
Quedo en silencio viendo los papeles en su mano. Había perdido el control frente a ellos y se sentía tan avergonzada.
— Bueno, hace algunos años cuando conocí a giovanni.. También conoci a su madre, ella tenía una enfermedad que le hizo mucho mal.. Y antes de morir me hizo prometerle que cuidaría de su hijo. — Murmuro mirándolo.— No puedo fallarle, se lo prometí mirándola a los ojos, brian. Desde ese momento mi prioridad es protegerlo.
— Creía que él te protegía a ti.. Es muy lindo, noe. Lamento que por mi culpa y la de mi equipo le hicieran daño.
Ella negó.— Fue mi culpa, yo decidí ayudarte y no me arrepiento de eso.. Para eso están los amigos.
— Gracias, enserio.— Le sonrió y se fue de la oficina dejándola sola con sus pensamientos.
— Puedo pasar?— Se asomo Han en la puerta de la oficina, ella le sonrió y asintió dejándolo pasar.— ¿Como estás?
—Bien, mi equipo esta seguro y eso es lo único que me importa.— Dijo mientras dejaba unos archivos en los archiveros.
— Si, lo se.— Se apoyo en el escritorio de ella tomando uno de los papeles que estaban sobre el mismo.— Y sabes, salimos vivos de ahí.. No habíamos quedado en algo?
Ella sonrió.— Si, me vas a llevar a comer antes de irte ¿no?— Se acerco a él quitándole la hoja de sus manos.
— Me parece que usted me había dicho otra cosa, No?— La agarro de la cintura sin dejar que se vaya.— Dejame recordar.. No era una sesión de besos y whisky?
— Mmh, no, no lo recuerdo.— Se hizo la desentendida a la vez que pasaba sus brazos alrededor de su cuello.
— ¿Segura? Podría jurar que habíamos quedado en eso.. — Sus narices se rosaban a causa de la cercanía entre ellos.— Ve a prepararte, iremos a cenar a algún lugar elegante.— Dejo un beso en la comisura de sus labios antes de alejarse de ella.
—Lo haré, te veo al rato.— Él le sonrió y se fue de la oficina. Ella sentía que sus piernas eran de gelatina en esos momentos, se sentía tan extraña.
¿Y ahora? ¿Qué debía hacer? Aun con los nervios a flor de piel, salio de la oficina yendo a su cuarto donde se encontró con giovanni.
— ¿No tienes tú propio cuarto?— Pregunto al verlo acostado en su propia cama y abrió su placar para buscar alguna prenda.
— Si, pero la televisión de tu cuarto me gusta más.— Admitió.— Tienes algo que contarme?—Pregunto mirando como busca entre la ropa.
—Pues, tendré una cita o eso creo.. No se muy bien que es.. — Contesto mientras se miraba al espejo con dos vestidos a su lado.
— Es con quién yo creo que es?— Siguió indagando en el tema sin borra su sonrisa.
Ella asintió.— Si, con él. — Le mostró dos vestidos. — ¿Rojo o negro?— Pregunto.
— Negro con labial rojo.— Contesto con una sonrisa, adoraba verla así tan ella, tan natural.
— Eres el mejor!
Le lanzo un beso antes de entrar al baño para tomar una ducha y prepararse.