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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ
Entre risas se acerco a la mesa donde estaba su hermano con las demás personas del grupo, todos sonrieron al verla llegar.
—Hola! No sabía que iban a venir, es un gusto tenerlos de nuevo por aquí.— Sonrió ampliamente y tomo asiento en las piernas de jade, que enseguida la abrazo por la cintura.
—Bueno, wang nos invito.— Le comento brian con una sonrisa también.— Han, fue al baño, capaz te lo cruzaste.
Ella negó.— No, no lo he visto.— Mintió muy bien.— Seguro que se encontraba bien? Tal vez, le pudo pasar algo..
— Si, mucha gente se desmaya con facilidad al beber.— Opino wang. Odiaba ver gente desmayada o vomitando, y gracias a estar en el bar veía mucha gente en ese estado.
— Tranquila, estoy en perfecto estado.— Llego Han y se sentó adelante de ella. Mirándola de forma desafiante.
— Eso es genial, tony odia sacar gente borracha del bar.— Contesto ella antes de darle un trago a la bebida de uno de los vasos que estaba en la mesa.
— Tienen donde quedarse o van a quedarse en casa?— Consulto wang mientras bebía un trago.
— Saben que en casa siempre seran bienvenidos, no soy tan mala como para dejarlos en un hotel.
—Entonces nos quedaremos donde siempre, ya que a la jefa no le molesta.— Dijo roman con esa sonrisa tan característica.
—Encantada.. — Sonrió.
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En plena mañana se encontraba preparando dos cafés; pero como tenía manos torpes dejo caer una de las tazas al piso, entre insultos comenzó a juntar las piezas rotas de la taza.
— Ay! Mierda.— Mordió su labio inferior al ver el corte en su mano. Sin dudas había comenzado con una mañana de mierda y eso que recién comenzaba el día.
— Noe, estás bien?— Sintió la presencia de alessandro en la cocina mientras ella se lavaba las manos.
— Si,si tranquilo.— Intento regalarle un sonrisa, pero fue en vano.— Creo que no es mi día y eso me esta estresando.
— Acaba de comenzar el día, linda. Relajate, solo fue un error.— Se acerco a ella agarrándola de la cintura.
— Si, lo se.
— Y entonces? Por qué te enojas?— Pregunto antes de robarle un beso logrando sacarle una sonrisa.
— Es que no puedo ser tan torpe, amore mio. Enserio, hoy no quiero hacer absolutamente nada, solo quiero ver películas.
Ella termino asintiendo con una sonrisa. Se puso de puntitas de pie para poder besarlo con más facilidad, ante esta acción, alessandro bajo sus manos dejandolas sobre el trasero de la morocha.
Alguien entro a la cocina aclarandose la garganta para que ellos se separen, y al hacerlo se encontraron con han y brian en la puerta.
— Buenos días..— Sonrió ella con inocencia al verlos en la entrada.
— Hola, noe.— La saludo brian antes de buscarse algo de beber.
— Ve a la cama, yo me encargo del desayuno.
— Bien, gracias.— Dejo un beso en la mejilla del italiano antes de irse dejando a los tres chicos solos en la cocina.
¿Qué tan bueno era eso?
¿Qué tan bueno era dejar a tres chicos que la veían, la vieron o fueron algo de ella solos en un mismo cuarto?
