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ᴰíᵃˢ ᵈᵉˢᵖᵘéˢ
Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ |
Se apoyo en una de las paredes de un pasillo para que los guardias que pasaban no la vieran, Han — Que iba con ella— iba a seguir de largo, pero pudo agarrarlo a tiempo y lo jalo hacia ella.
—¿Puedes ser más cuidadoso?—Lo regaño sin tomarle importancia a la cercanía de sus cuerpos.
—¿Es necesario que vengas con vestido y tacones? —Pregunto sin bajar su mirada al escote de la pelinegra, que sonrió por inercia al escucharlo dándose cuenta de lo cerca que estaban.
—Me gusta verme bien, siempre.—Le aseguro antes de alejarse de él, logro escucharlo suspirar cuando sus cuerpos ya no estuvieron cerca.—Ven, es por aquí.
Él la siguió manteniendo una distancia prudente y intento no dirigir su mirada al cuerpo de ella en ningún momento —Aunque termino haciéndolo varias veces.
—¿Y los demás?—Pregunto cuando llegaron al punto de encuentro y no había nadie esperando.
—No lo se, pero no podemos quedarnos aquí.. Es peligroso.—Siguió avanzando dejándolo atrás.
—Pueden estar en peligro.—Le informo siguiéndola mientras intentaba contactar al equipo, pero nadie le daba respuestas.
La pelinegra viro los ojos al escucharlo, no le gustaba trabajar con Han. Ignorado todo lo que decía, se adelanto hasta la puerta de la oficina a la que debían entrar y abrió la puerta sin previo aviso.
Dentro de dicha oficina había dos guardias, los cuales la miraron de arriba abajo comiéndosela con la mirada. Con sus carnosos labios pintados de rojo les sonrió y antes que pudieran hacer un movimiento saco sus armas de abajo de su vestido y les disparo a ambos.
— Wow.. —Murmuro Han apoyándose en el marco de la puerta viendola como dejaba las armas sobre el escritorio.—Veo que no necesitas mi ayuda en lo absoluto.
—No, no realmente.—Contesto sin girarse a mirarlo. Se apresuro a conectar la memoria para poder robarse toda la información de las computadoras de esa oficina.— Podrías mirar en las cámaras haber si encuentras a los chicos.—Le señalo la otra computadora.
Se acerco al escritorio para poder buscar en las cámaras de seguridad a su equipo y como esperaba pudo verlos.
—Los encontraron.—Le informo y a su comentario lo acompaño un suspiro pesado. Eso no tenía que pasar.
—¿Qué?—Se paso las manos por su cabello intentando pensar fríamente lo que podía hacer. Ahí estaban Giovanni y brian, no podía permitir que les hicieran daño.
—Hay que ir por ellos.—La saco de sus pensamientos.
—No, no ahora.—Él la miro con confusión.—Debemos salir de aquí y llevar la información que tenemos a un lugar más seguro.
—No, no pienso irme sin ellos.—Se opuso.
—¿Y qué vas a hacer? ¿eh? Son más de cien guardias, y nosotros solo somos dos. Solo empeorariamos todo, no podemos ayudarlos en esta circunstancia.—Elevó la voz con enojo.—Yo voy a irme, buscare a mi equipo y volveré.. Porque ahí dentro tienen a uno de mis chicos y a brian, vos podes hacer lo que quieras.— Agarro sus armas y salio del cuarto.
—Espera! Medusa.—Escucho la voz de Han, pero no se detuvo a esperarlo y solo siguió su camino con una sonrisa sobradora.
—Gracias por escucharme y no ser un idiota arrogante.—Contesto cuando él se puso a la par de ella.
—Debemos apurarnos, no sabemos que podrían hacerle a los chicos.—Se le notaba realmente preocupado, se estaban metiendo con gente muy pesada.
—Tony prepara el equipo—Le hablo mediante el intercomunicador que tenía en la oreja al igual que todos los demás.— Y dile a Jade, también.
"Todo encaminado."
Él la miraba con curiosidad, todo en ella le parecía sorprendente y a la vez lo hacía sospechar que ella solo dijera lo suficiente y no diera más detalles de su vida. Ella era la curiosidad y él, él era el gato. ¿Todos sabemos como termina ese refrán, no?
—Ven, sigueme.—Lo saco de sus pensamientos para adentrarse al bosque evitando que los vieran.— Tony! Ella lo abrazo apenas lo vio.
—¿Y giovanni?—Le pregunto al no verlo cerca de ella o en la zona, ambos eran como hermanos de distintos países.
—Adentro, con los demás.—Le informo Han acercándose a donde estaban ellos hablando.
—Bien, vayamos por él.—Miro a las chicas que esperaban sus ordenes para atacar. Todos ya estaban preparados.
—Jade, pon esto en el lugar más seguro del mundo. —Le dio la memoria con toda la información robada. —Nos vemos pronto.
La rubia asintió a las palabras de medusa antes de tomar la memoria, subirse a su moto e irse del lugar.
