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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ
Sus manos comenzaron a tiritar ante su ansiedad, nervios, con todos los sentimientos encontrados que tenía en esos momentos. Se acerco a la barra que tenía en esa sala, y aun entre pequeñas lágrimas se sirvió un vaso de whisky, lo lleno más de lo debido y lo bebió de un solo trago.
Se tomo un momento antes de servirse otro vaso, ahora en la cantidad adecuada.
—¿Chapi, podemos hablar?
Lo escucho adentrarse a la sala. Agarro su bebida dirigiéndose a un sofá cerca de una de las grandes ventanas.
—Por favor, no me llames así.—Le pidió sin dirigirle la mirada, aun no estaba preparada para volver a enfrentarlo.
—¿Por qué?
—Porque ya no somos pareja, no uses apodos conmigo.. No es muy difícil de entender.—Contesto.
—Tienes razón, lo lamento.— Se disculpo.— Pero, ¿podemos hablar? Es importante.
Suspiro.—Te escucho.
—¿Qué pensaste cuando me fui?
—Que eras un idiota.—Fue sincera.— Eso fue al inicio, luego pense que fue mi culpa y después, solo acepte que no podíamos estar juntos.
—Fue muy difícil dejarte atrás.. Aunque no me creas, y estas en todo tu derecho de no confiar en mi.
—Si, no eres el primero que lo dice para serte sincera.— Murmuro dejando el vaso vacío sobre la pequeña mesa junto al sofá.
—Lo se, pero soy el primero que pudo hacerte sentir lo mismo, ¿oh no? También te costo dejarme atrás.— La miro fijamente.
—Yo no te he dejado atrás, creo que eso es peor..—Se levanto del asiento lista para irse.
—Espera, no te vayas..— La freno, agarrándola de la mano. Ambos quedaron cerca, mirándose.
—¿Qué quieres? Han, no tiene sentido seguir con esto..
—No, no digas eso.— Insistió.— Podemos arreglarlo, la tercera es la vencida ¿no? Chapi, por favor.
—No..
—Solo piensalo, no perdemos nada con intentarlo una vez más..
—Han, no quiero pasar por lo mismo una tercera vez.—Murmuro con la voz cansada.
—Chapi, somos el uno para el otro a pesar de todo.— Siguió insistiendo un poco más.
—¿En serio crees eso?
—Claro, ¿crees en el hilo rojo?
—Si, nosotros lo somos.
Contesto, antes de rodearlo con sus brazos formando un abrazo que ambos anhelaban en ese preciso momento.
—Te prometo, que esta vez va a funcionar y no me dare por vencido hasta hacerte la mujer más feliz del mundo.
—Eso espero.. — Susurro.—O dejare que Wang te asesine, no te lo tomes a mal..
